• La multinacional pierde 1.132 millones en el primer trimestre, el coste para volver a beneficios.
  • Börje Ekholm, consejero delegado desde enero, da un revolcón a la estrategia del grupo.
  • En España, José Antonio López asumió la presidencia de la filial también en enero.
  • Aspira a engordar su negocio después de tres ERE desde 2013, el último en 2016.
Las multinacional sueca Ericsson ha perdido 1.132 millones de euros netos en el primer trimestre, nada que ver con el beneficio, aunque menguante, de hace un año (204 millones). La razón está en la reestructuración puesta en marcha por Börje Ekholm, presidente y consejero delegado desde enero -aunque fue nombrado en octubre-, cuyo objetivo es volver a la rentabilidad como sea. Ese coste en los resultados, entre enero y marzo, se eleva a 1.215 millones. Es el impacto negativo de las provisiones (872 millones de euros) y depreciación de activos (343 millones), dentro del cambio de estrategia para ganar en eficiencia. La empresa ya anunció su intención de amortizar activos intangibles de sus negocios de medios y tecnologías de la información (entre 315 y 419 millones) y a eso se une que las ventas también caen, un 11,2%, hasta 4.816 millones de euros. Sobre todo en Hispanoamérica y Europa. En España sucede otro tanto. Desde enero, preside la filial José Antonio López, consejero delegado desde enero 2012, mientras la empresa ha terminado de digerir, en 2016, el último ERE, el tercero desde 2013. Afectó finalmente a 184 personas frente a la previsión inicial (325 personas) gracias a un plan de recolocaciones pactado con los sindicatos. Antes de ese ERE hubo otro en 2013 y 2015. La plantilla ha quedado así en torno a 3.200 trabajadores para una cifra de negocio (con cifras de 2015) que asciende a unos 730 millones, pero con un beneficio menguante, al igual que la matriz. José Antonio López ha empezado a reordenar, en en paralelo, el mando, aunque no afecta de momento al consejo directivo de Ericsson Iberia (España, Portugal y Marruecos). El último cambio, en marzo, obligado tras la salida de Federico Olavarri, uno de los históricos, aunque no ha sido comunicado el cambio oficialmente porque no forma parte del consejo directivo. Olvavarri fue nombrado director comercial de la división Industria y Servicios y llevaba 18 años en la compañía. Rafael Esparza