En defensa del pueblo y contra la perfidia bancaria, el avezado presidente del Gobierno, don Pedro Sánchez Pérez-Castejón, enmendó al Tribunal Supremo con un decreto en el que se decía lo contrario de lo que decía el Supremo: a partir de ahora, el Impuesto sobre Actos Jurídicos Documentados lo pagará la banca, y no el cliente. Porque lo digo yo. ‘To pal pueblo’

Respuesta de la banca: no subirá las comisiones, que se nota mucho, pero sí el precio del dinero, tanto de inicio como en las revisiones del diferencial. Y ojo, porque esto afecta tanto a tipos variables como a fijos. Recuerden, el tipo fijo no existe, salvo en el mercado primario de renta fija.

Además -atención, atención-, nace la hipoteca diferenciada que segmentará a los clientes según riesgo. Es decir, que a los ricos se les propiciará hipotecas más baratas que a los pobres. Pero si dicen hipotecas diferenciadas, según perfil de riesgo, queda mucho mejor, aunque es lo mismo.

Apunten el nuevo concepto: hipoteca diferenciada o segmentación de la clientela según riesgo de mora

Y nadie podrá perseguir eso porque no habrá acuerdo entre bancos: cada uno sabe perfectamente lo que tiene que saber para arreglar el desajuste de costes que le ha metido el señor Sánchez.

Tampoco será mucho el encarecimiento. Para una hipoteca a 20 años, los cálculos de los bancos hablan de una subida del 0,20%, aunque se trata de una media simple y un poco grosera. Pero son costes y más costes precisan más ingresos.

En cualquier caso, ¡qué grande eres, presidente Sánchez!

Y encima, con el decreto, desaparece la bonificación en el impuesto para las familias numerosas

Posdata. De paso, y aunque de forma indirecta, en calidad de lucro cesante desgravable, el decreto de Sánchez también afecta a las familias numerosas, dado que antes, cuando el impuesto de las hipotecas lo pagaba el cliente, las familias numerosas tenían una bonificación del 95%. Ahora, como lo paga el banco, las familias numerosas, que no le gustan nada al Gobierno Sánchez, pierden esa ventaja comparativa mientras que el encarecimiento que viene la sufrirán tanto como las familias sin hijos.