El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, inaugura este lunes en Estambul un nuevo aeropuerto llamado a convertirse en "el más grande del mundo" y un escaparate de los megaproyectos de infraestructuras que transformaron Turquía desde su llegada al poder, informa Swissinfo.

El presidente Erdogan siguió de cerca su construcción, en la orilla europea de Estambul, cerca del mar Negro, marcada por los retrasos y por una huelga de los obreros, que pedían mejores condiciones de trabajo. El proyecto se enmarca en la voluntad del presidente turco de hacer de la otrora capital del Imperio otomano un cruce mundial entre tres continentes: Europa, Asia y África.

Erdogan anunciará el nombre del aeropuerto durante la inauguración. Muchos observadores esperan que el presidente, un nostálgico del Imperio otomano, lo bautice con el nombre de un sultán.

La nueva infraestructura tendrá, en un primer momento, capacidad para 90 millones de pasajeros al año

Cuando terminen las cuatro fases de construcción y de expansión, hacia 2028, el aeropuerto tendrá seis pistas y dos terminales en un gigantesco espacio de 76 km cuadrados, según IGA.

La nueva infraestructura, que sustituirá al aeropuerto internacional Atatürk, saturado, tendrá, en un primer momento, capacidad para 90 millones de pasajeros al año. La gestora indicó que el nuevo aeropuerto podrá acoger entonces hasta a 200 millones de pasajeros al año. Es decir, casi el doble que el aeropuerto estadounidense de Atlanta, que ocupa en la actualidad el primer puesto, con 103,9 millones.

Según IGA, 30 empleados murieron en la construcción del aeropuerto desde que empezaran las obras

La construcción del aeropuerto no estuvo exenta de polémica, principalmente por su impacto en el medio ambiente. Además, el mes pasado, fue la situación de los cerca de 34.000 obreros que trabajan a contrarreloj en el sitio lo que generó críticas. Varios cientos de ellos fueron detenidos después de que se manifestaran para que se mejoraran sus condiciones y denunciar los retrasos en el pago de salarios. La mayoría fueron absueltos, pero una veintena siguen arrestados.

Según IGA, 30 empleados murieron en la construcción del aeropuerto desde que empezaran las obras. Una cifra altamente subestimada, según los sindicatos.