Este martes, Enel ha celebrado su ‘Capital Markets Day’ en Milán, donde ha prometido 6.300 millones de euros de inversión en Endesa. Algo que despierta dudas, por lo que la energética italiana hizo en el pasado: en 2014, cuando obligó a la española a venderle los activos de Hispanoamérica, aseguró que estaba dispuesta a invertir 4.000 millones, pero sólo hubo un gran dividendo extraordinario (que benefició, sobre todo, a Enel, entonces dueño del 92%).

Ahora, la energética italiana que tiene como CEO a Francesco Starace ha prometido invertir 6.300 millones hasta el año 2022 en Endesa, es decir, el 22% de su inversión total, que ascenderá a 28.700 millones. Un ‘esfuerzo’ que quiere que la energética española destine principalmente a energías renovables, para pasar de 7.400 megavatios (MW) ‘verdes’ instalados a 10.200, con un especial énfasis en plantas solares, donde espera crecer de 400 MW a 2.200. Sin embargo, olvida que aún no se han convocado nuevas subastas… las cuales dependen del Ministerio de Transición Ecológica (hoy en funciones, al igual que el resto del Gobierno).

A Starace no le preocupa un Gobierno con Podemos en España y defiende el cierre de las plantas de carbón porque no tienen futuro económico

Y hablando de política, Starace ha afirmado que no le preocupa un Gobierno con Podemos en España, y espera que “no se vuelva a votar otra vez”. Asimismo, en su apuesta ‘verde’, ha confirmado interés en los activos renovables de ACS (agrupados en su filial Zero-E, que está en venta).

El CEO de Enel ha defendido el cierre de las plantas de carbón por parte de Endesa, la única solución dado que “no hay futuro económico” para esta energía. Asismismo, ha ofrecido la experiencia de la matriz italiana, que en su país natal, ha cerrado 23 centrales de carbón desde 2014 con una potencia de 13.000 MW y hará lo mismo con otras cuatro que suman 6.000 MW. 

Ratifica un 'pay out' alto, del 70%, garantizando un aumento del 7,7% en su dividendo mínimo, que alcanzará los 0,4 euros en 2022

Enel invertirá 28.700 millones entre 2020 y 2022, de los que el 50% se concentrará en renovables y descarbonización, para alcanzar una capacidad renovable de 14.100 MW y reducir la capacidad y la producción con carbón en un 61% y 74%, respectivamente. En lo económico, el objetivo es alcanzar un Ebitda de 20.100 millones y un beneficio neto de 6.100 en el último año de su Plan Estratégico. Y por supuesto, Enel no se olvida de los accionistas: ratifica un pay out del 70%, garantizando un aumento del 7,7% en su dividendo mínimo, que alcanzará los 0,4 euros en 2022. Y ya saben, que la energética italiana, dueña del 70% de Endesa, sigue vaciando a esta última, vía dividendo.