Enagás ha presentado unos buenos resultados en el primer semestre, a pesar del coronavirus, lo que le permitirá mantener los objetivos anuales (entre ellos, 440 millones de euros en ganancias). Y es que ha conseguido elevar el beneficio neto a 236,3 millones (+9,4%) y ha aumentado un 25% sus inversiones, a 806,7 millones, siendo en esto último una gran excepción dentro del panorama empresarial español.

Sin embargo, no ha recibido aplauso bursátil, al menos en las primeras horas: la cotización subía un 0,19% a media mañana, en línea con el Ibex (+0,26%). Eso sí, ha cerrado la sesión con un alza del 2,38% frente a una del Ibex del 1,06%. La compañía transportista de gas y gestora del sistema gasista se ha beneficiado del mayor uso de las infraestructuras de gas, pues han descargado 126 buques de GNL (gas natural licuado) en las plantas de regasificación en el primer semestre, un 12,5% más que hace un año, y la producción en dichas plantas ha subido un 17%. Eso sí, la demanda de gas natural bajó un 11,3% en el semestre y aunque ha empezado a verse una recuperación progresiva y en junio estaba al 92% en comparación con la de hace un año, se prevé que caiga un 10% este año.

En el primer semestre han descargado 126 buques de GNL en las plantas de regasificación, un 12,5% más, y la producción ha subido un 17%. Eso sí, la demanda de gas natural bajó un 11,3%

La compañía que preside Antonio Llardén ha ganado 236,3 millones, en línea con los objetivos, gracias al ahorro de costes (los gastos operativos, por ejemplo, han descendido un 6,3%). Además, ha contribuido un resultado positivo no recurrente de 18,4 millones por diferencias de cambio positivas en el cierre de la ampliación en Tallgrass Energy y la actualización financiera de la cuenta por cobrar en el Gasoducto del Sur Peruano (12,3 millones).

Enagás ha logrado un Ebitda de 479,8 millones (-1,5%) y unos ingresos de 553,8 millones (-2,3%). Por su parte, las inversiones se han situado en 806,7 millones, de los que la mayor parte proceden del ámbito internacional y sólo 36,5 millones a España. En concreto, Enagás ha cerrado la ampliación de su participación en Tallgrass hasta el 30,2% y el proyecto Trans Adriatic Pipeline (TAP) -gasoducto que une Turquía con Italia a través de Grecia y Albania, y del que posee el 16%- tiene un grado de avance en su construcción del 96,4% y se prevé que entre en operación en el último trimestre, como se ha comentado en la conferencia con analistas.

La deuda neta se ha situado en 4.090 millones en el primer semestre, 335 millones más que al cierre de 2019, sobre todo, por la inversión en Tallgrass (762,8 millones), pero Enagás ha destacado que más del 80% es a tipo fijo y que no hay vencimientos relevantes hasta 2022. Asimismo, cuenta con 2.486 millones de liquidez en tesorería y líneas de crédito no dispuestas. Además, Llardén ha confirmado el compromiso con la remuneración al accionista (como se vio en la última Junta, donde se oficializaron nuevas y polémicas puertas giratorias) y la apuesta por la descarbonización, en la que, entre otros, proyectos, está el hecho de que forma parte junto a otras 10 empresas de infraestructuras de gas para desarrollar una red de hidrógeno europea y la defensa del uso de GNL para descarbonizar el transporte, sobre todo, el marítimo.