Enagás ha ganado 103,9 millones netos en el primer trimestre, un 33,5% menos, según los resultados, al contabilizar las plusvalías de 52 millones por la primera compra de la chilena GLN Quintero. Sin ese apunte, el beneficio hubiera aumentado un 1%.

En cualquier caso, la inquietud de Antonio Llardén, presidente, y de Marcelino Oreja, consejero delegado, está en las mismas dudas regulatorias que atenazan al sector en su conjunto. De momento, no es un problema, según Llardén. Es más, ve una recuperación en el déficit vinculado al sector gasista. Pero el actual marco retributivo cambiará a partir de 2021 y supondrá, básicamente, una merma de los ingresos regulados, por activos como la red de distribución de gas.

Por ese motivo, ha señalado antes los analistas que purde disponer de unos 400 millones para oportunidades de negocio en el exterior, en Europa o Hispanoamérica, antes de 2020, pero con cutela. Es decir, con la prioridadad de mantener la deuda a raya el control de la deuda. En el futuro, está claró, las nuevas inversiones ayudarán a compensar el flujo de caja que pueda flaquear.  

Enagás mejora el Ebitda un 3,5% (274,3 millones) gracias al recorte de un 7% en los gastos operativos

Hay que tener en cuenta que la referencia para esos ingresos es el bono a diez años y la rentabilidad ya no es la misma, sino mucho más baja. Es uno de los hándicap que penaliza los valores del sector desde enero, también por la rentabilidad del dividendo, y Enagás no es una excepción. Este martes, baja en bolsa algo más de un 1,3%.

El equipo de Llardén espera compensar esa situación adversa con su diversificación en el exterior. En el primer trimestre, los ingresos totales se mantienen en el mismo nivel que hace un año (342,2 millones, un 0,1% menos) y ha compensado la caída de los ingresos regulados con los no regulados.

El Ebitda mejora un 3,5%, hasta 274,3 millones, gracias a una mayor eficiencia por el recorte de gastos operativos (-7,3%) y a la aportación de las sociedades participadas como la regasificadora Saggas, en la que Enagás controla el 72,5%, Quintero y la italiana TAP (16%).

En paralelo, ha reducido las inversiones de 264,1 a 42,4 millones de euros (36,5 y sólo 5,9 millones en España), mientras adelgaza la deuda en 217 millones, hasta 4.791 (634 millones asociados a GNL Quintero), equivalente a 4,3 veces el Ebitda. Esa reducción responde, básicamente, a la ausencia de pago de dividendo en el periodo.