Enagás ha celebrado en bolsa (+3,58%) los buenos resultados del primer trimestre presentados este martes, así como el mantenimiento de previsiones y del reparto de dividendo anunciados. El principal transportista de gas natural y gestor del sistema gasista en España no se ha visto afectado por el coronavirus, pues ha ganado 119,1 millones de euros, un 14,7% más que hace un año por las participadas (34,6 millones) y un impacto positivo de 18,4 millones en diferencias de cambio.

En la conferencia con analistas, el presidente de Enagás, Antonio Llardén, ha señalado que se cumplirá el objetivo de lograr un beneficio neto de 440 millones este año. Respecto al dividendo, ha insistido en que “es primordial” y se mantendrá en 1,6 euros el correspondiente a los resultados de 2019 y en 1,68% el de 2020, es decir, lo recogido en la Actualización Estratégica 2020-2026, por lo que la remuneración al accionista seguirá creciente y se prevé que sea de 1,74 euros en 2026. Afirmaciones que Llardén ha argumentado “tras los test de estrés duros financiera y técnicamente” que se han realizado y que han demostrado “la estabilidad del cash flow y que la política de dividendo es prudente”.

Llardén afirma que “el equilibrio del sistema gasista está controlado” y aunque se preveía acabar con el acumulado entre 2022 y 2023, hay plazo hasta 2031

El Ebitda ha crecido un 2,5%, hasta los 235,6 millones, y los ingresos han ascendido a 283,3 millones (+1,9%). Por su parte, la deuda neta ha bajado en 150 millones, hasta los 3.605 millones, y la liquidez se ha situado en 3.030 millones.

Llardén ha señalado que “el equilibrio del sistema gasista está controlado”, pues en los últimos dos años se ha dedicado el excedente a eliminar el déficit acumulado (cerró 2018 en 1.000 millones de euros) y se preveía acabar con este entre 2022 y 2023, aunque el plazo acaba en 2031. Un “pago acelerado” que se podría frenar si aumenta el déficit anual, pero que no afectará a los peajes ni a los ingresos del transporte y la distribución.

Enagás ya controla el 30,2% de la energética estadounidense Tallgrass y el impacto de los precios del petróleo será mínimo

En relación a la demanda nacional de gas natural, la caída ha sido del 2,4% en el primer trimestre y del 5,4% hasta el 15 de abril. Llardén espera que se mantenga “llana” este año, aunque es sensible a las medidas de confinamiento, sobre todo, porque la demanda industrial y la de pymes representa dos tercios del total, y este porcentaje es “el más elevado entre los países europeos”. Aunque para la economía, el impacto es limitado:  “de 2 millones por cada punto que baja la demanda”. 

Recientemente, Enagás ha cerrado la segunda fase de la inversión en Tallgrass, haciéndose con el 30,2% del capital por unos 760 millones en una operación para hacerse con el control de la energética estadounidense junto a Blackstone y el fondo soberano de Singapur (GIC), entre otros. Ante las numerosas preguntas sobre el impacto de los precios del petróleo, Llardén ha señalado que es mínimo en Tallgrass, donde la mayoría de los contratos son de gas seco, y que no tendrá un “impacto significativo en nuestras cuentas”. Y respecto a gasoductos, destacar que posee el 16% del Trans Adriatic Pipeline (TAP), que unirá Grecia, Albania e Italia, transportando gas natural de Azerbaiyán: el proyecto ya tiene un avance del 94,1% y se mantiene el inicio de su operación cmercial para este año.