José María Marín Quemada finaliza su mandato al frente de la CNMC en septiembre, aunque no se marchará hasta que no haya sustituto, y eso podría llevar meses, a la vista de lo que está tardando Pedro Sánchez en formar gobierno. Da igual, Marín Quemada no ha querido marcharse sin antes estrenar las competencias en energía que le devolvió el Gobierno en enero.

Y el sector, que se ha puesto de uñas, no entiende nada. ¿Por qué ahora? Y, sobre todo, ¿por qué a nosotros? La propuesta de Competencia consiste en recortar la retribución a la distribución de gas un 17,8% y un 21,8% al transporte y a la regasificación a partir de enero de 2020, algo que va a penalizar muy seriamente la instalación de gas natural en viviendas antiguas.

El recorte a la distribución y al transporte no bajará la tarifa del gas, según el sector

Las cuentas no salen y el parque de hogares con gas natural en España no supera los ocho millones. Sí, es cierto que las viviendas nuevas incluyen la instalación, pero también lo es que ese porcentaje es pequeño en comparación con el total de viviendas de nuestro país. En otras palabras, el recorte de la CNMC a la distribución y al transporte paraliza la expansión del gas natural.

El sector tampoco comparte el argumento de Marín Quemada para justificar su propuesta. El recorte a la distribución y al transporte no bajará la tarifa del gas, entre otras razones porque estos costes solo representan el 3% de la tarifa final.

Todo esto podría quedar en nada si la ministra Teresa Ribera se pronuncia en contra de la circular de la CNMC. Se da la circunstancia de que su marido, Mariano Bacigalupo, es consejero de Competencia, algo que las compañías argumentarán si la ministra no se inhibe y vota a favor de la medida.