• Hablamos del bono de fidelización, cuyo plazo de aceptación finaliza este jueves.
  • Según el Santander, en octubre había superado el 60% de los objetivos de colocación, por volumen.
  • Pero calla acerca del número de minoritarios que han aceptado la oferta.
  • Sea como fuere, lo cierto es que Ana Botín quiere acabar con cualquier resto de 'vallsismo'.
Este jueves termina el plazo para aceptar los bonos de fidelización que ha lanzado el Santander para compensar a algunos de los afectados por la resolución del Popular. Y decimos algunos porque la entidad cántabra ha excluido de la oferta, no solo a antiguos consejeros del Popular, sino a miembros destacados de la Sindicatura. Esto es muy significativo y una muestra clara de la intención de Ana Botín (en la imagen) de borrar cualquier resto de 'Vallsismo'. Efectivamente, la Sindicatura, el núcleo duro del Popular, fue obra de Luis Valls y garantía de los principios que impregnaron todo su mandato. Uno de los más significativos, acabar con la participación en beneficios: los consejeros del Popular no cobraban por el hecho de serlo. Sólo ingresaban los dividendos de sus acciones, como cualquier otro accionista. Y lo mejor de todo: esa participación en beneficios se dedicaba a obra social, incluidas multitud de iniciativas de instituciones de la Iglesia católica, el Opus Dei entre ellas. Sí, la Sindicatura, con el 9,6% del Popular, era el alma del banco. Ahora, el Santander excluye de su oferta de bonos de fidelización a miembros destacados -no puede hacerlo con todos- de la Sindicatura. Otra cosa es que esos bonos sean realmente una solución para los afectados. Porque muchas son las voces que los han desaconsejado. Resumiendo: son bonos a siete años con un cupón efectivo discrecional y no acumulativo a un tipo de interés nominal anual del 1% y pagadero trimestralmente. Y uno de los requisitos más comentados y que más ha frenado a los afectados, el hecho de tener que renunciar a la vía judicial. Según el Santander, en octubre había superado el 60% de los objetivos de colocación desde el punto de vista del volumen, claro está. Porque la entidad guarda un riguroso silencio acerca del número de afectados que se han acogido a la oferta. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com