Es uno de los problemas que ha heredado Carlos Torres y que aún no ha logrado solucionar. Hablamos de la sobrecapacidad del banco en Cataluña, donde concentra el 22% de su plantilla en España, esto es, más de 6.000 empleados de los 27.000 que tiene actualmente la entidad en nuestro país.

Y eso que en 2014 y en 2016 completó sendos EREs por Unnim y Catalunya Caixa (CX), respectivamente. El primero supuso la salida de 1.218 empleados y el segundo afectó a 1.557. Estamos hablando, en total, de 2.775 trabajadores menos.

Lo cierto es que la situación ha mejorado algo en el último año -en 2018 eran más de 7.000 empleados los que trabajaban en Cataluña-, pero no lo suficiente: todavía sobran unos 1.000 trabajadores. Y al hecho mismo de la sobrecapacidad, se suman dos factores que agravan la situación: por un lado, los empleados que provienen de CX no aceptan que se les traslade fuera de Cataluña y, por otro, están retornando los de Unnim que se marcharon en 2012 y que han solicitado el regreso a la región.

 Por un lado, los empleados que provienen de CX no aceptan que se les traslade fuera de Cataluña y, por otro, están retornando los de Unnim que se marcharon en 2012 y que han solicitado el regreso a la región

En cualquier caso, el exceso de plantilla, aunque en una menor proporción, afecta a todo el territorio nacional. Por eso, el goteo de salidas -ajuste natural, lo llaman- no ha cesado desde hace un lustro, a razón de entre 800 y 1.000 bajas anuales. Al final se cumplirá aquello que soltó Carlos Torres en 2016: que el banco podía funcionar perfectamente en España con solo 1.000 oficinas.

La situación no es exclusiva del BBVA y afecta a todo el sector, que sigue reduciendo capacidad. Los últimos movimientos, los de Caixabank y Santander. El primero cerró su ERE en junio con un total de 2.023 salidas pactadas, aunque recibió 2.971 solicitudes. El Santander, por su parte, sigue ejecutando el expediente que afectará a 3.223 trabajadores. De momento, se han apuntado unos 2.000 empleados.

En otro orden de cosas, BBVA ha remitido a la BBVA un nuevo comunciado en el que, para curarse en salud, asegura que el caso Villarejo podría afectar a su reputación ¿O era a su cotización?