El presidente francés, Emmanuel Macrón, llegó ayer a Washington, donde comenzó una visita de Estado de 72 horas, donde abordará una amplia gama de temas con su homólogo estadounidense, Donald Trump.

Durante tres días, ambos líderes debatirán temas de gran repercusión internacional como la posible guerra comercial por la imposición de aranceles a las exportaciones de acero y aluminio o la ruptura del acuerdo nuclear con Irán.

En lo que respecta a los principios no negociables para la actuación coherente del cristiano en política, establecidos por el Papa Benedicto XVI -respeto y la defensa de la vida humana, desde su concepción hasta su fin natural; la familia fundada en el matrimonio entre hombre y mujer; la libertad de educación de los hijos y la promoción del bien común en todas sus formas- Trump, quien alguna vez apoyó el derecho al aborto asegurando que él era "muy pro-elección", ahora favorece la prohibición del procedimiento, refiriéndose al mismo como "un problema muy serio", según El Nuevo Día.

"El fallo Roe versus Wade ha resultado en una de las leyes de aborto más permisivas del mundo", dijo Trump ante miles de personas reunidas en el National Mall. "Está mal, tiene que cambiar", afirmó Trump también sobre los abortos tardíos habilitados en algunos estados, recogió Infobae.

Por su parte, Macrón, aunque se declara católico, es abiertamente abortista (en febrero rindió homenaje a Simone Veil, la autora de la ley francesa que permite matar a los hijos por nacer), partidario de la ideología de género y afín al lobby LGTB, del que se ha autodeclarado defensor, según Contando Estrelas.