• El mandamás del FROB, Jaime Ponce, asegura, en sede parlamentaria, que podrían venderse por separado. No se lo cree ni él.
  • El FROB es accionista de control y puede hacerlo pero no hay un comprador para BMN.
  • El problema de BMN no es de capitalización, sino de rentabilidad.
  • A Goririgolzarri no le gusta BMN, aunque aporte expansión territorial a Bankia por el Mediterráneo.
  • La mayor novedad estaría en que Bruselas diera una prórroga a Bankia.
  • La cotización puede dispararse cuando supere sus casus belli, como la OPV o las tarjetas black.
Cuando el Fondo de Reestructuración Bancaria (FROB) anunció en agosto, en un  hecho relevante, una fusión posible de BMN y Bankia, José Ignacio Goirigolzarri transmitió un mensaje muy claro al comité de dirección de la entidad: que nadie piense en BMN hasta 2017, cuando expira el plazo de la reordenación bancaria. Este martes, sin embargo, el presidente del FROB, Jaime Ponce (en la imagen), ha señalado que la venta de Bankia o BMN se podría hacer por separado. Eso y jugar al despiste es muy parecido. Ponce ha hablado, además, en sede parlamentaria, durante su comparecencia en la Comisión de Economía, no en foro cualquiera. Es evidente que caben las dos opciones, fusión o "desinversión individual", teniendo en cuenta que el FROB controla el 65% de Bankia y BMN. Y otra cosa es que se tenga que rendir a lo primero por la respuesta a una pregunta inevitable: ¿hay un comprador para BMN? El fin último, en cualquier caso, también está claro: se trata de recuperar la mayor parte del dinero público utilizado en el rescate de la banca (58.996 millones de euros) y, de momento, sólo se han recuperado 4.837 millones (menos de un 10%). A Bankia, en concreto, se destinaron 22.424 millones y a BMN, 1.645 millones. El plazo límite de desinversión, en los dos casos, vence en diciembre de 2017. Sobre este punto, Jaime Ponce ha señalado que le parece imprudente hablar de las cantidades que se puede recuperar y a partir de ahí, caben todas las conjeturas. En el caso de Bankia, la recuperación del dinero público depende en gran medida de su cotización en bolsa, al margen BMN, que no ha llegado a cotizar precisamente por su deterioro. Ahora bien, ha aplicado el recorte de coste previsto, del 61%. La cotización de Bankia podría dispararse una vez que supere los casos judiciales abiertos por la salida a bolsa o el uso de las tarjetas black por sus ejecutivos. Con la suma de BMN, Bankia tomaría posición en las comunidades autónomas en las que tiene poca presencia, como Levante, Andalucía oriental y Baleares, y la entidad madrileña sería así más nacional. En otras palabras, Bankia aumentaría su balance y su capacidad para reducir costes en un perímetro más amplio. Un detalle final, pero importante. El ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos, es el más interesado en que acabe del mejor modo posible la reordenación en el sector. Es ahora el controller del FROB y fue consejero de BMN antes desembarcar en el Ejecutivo de Rajoy. Que BMN acabe con problemas tendría consecuencias incómodas para Guindos. Rafael Esparza