• El primer ministro de Hungría ordena a sus servicios de inteligencia que evalúen los esfuerzos del magnate para que el país sea castigado por la UE.
  • Orbán no cae muy bien en el viejo continente: rechaza a migrantes, pero ayuda a cristianos perseguidos.
  • Claro que eso no le impide ser el favorito ante las elecciones de 2018: ya le apoya un 59% de los húngaros.
  • Parece que acertó al prohibir las ONGs financiadas por el masón Soros, miembro prominente del Nuevo Orden Mundial (NOM).
  • En paralelo, el filántropo estadounidense de origen húngaro apoya al separatismo catalán.
Nueva entrega en el rifirrafe entre el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, y el magnate estadounidense de origen húngaro George Soros (ambos en la imagen), uno de los hombres más ricos del mundo. En esta ocasión, se aprecia cómo el primero no se amilana ante el segundo, pues ha ordenado a sus espías que lo investiguen. Así como suena. Vamos que quiere saber si Soros traiciona a su patria de origen, aunque su nacionalidad actual es, naturalmente, norteamericana. Y es que Orbán quiere que sus servicios de inteligencia evalúen los esfuerzos que está haciendo George Soros para que Hungría sea castigada por las instituciones de la Unión Europea (UE), según recoge Bloomberg. Como saben, Orbán no cae muy bien en el viaje continente por su política de rechazar a migrantes… pero conviene destacar que sí ayuda a los cristianos perseguidos. Y es cierto que la UE tiene en su punto de mira a polacos y húngaros, especialmente porque se trata de dos países cristianos y de dos gobiernos que no ocultan sus convicciones cristianas. Entre otros ataques, Soros ha acusado a Orbán de convertir el país en un "estado mafioso". Sin embargo, esto no impide que el primer ministro húngaro sea el gran favorito de cara a las elecciones parlamentarias del próximo año: ya le apoya un 59% de los votantes. Por tanto, parece que Orbán acertó al prohibir las ONGs financiadas por Soros, quien pertenece, cómo no, al Nuevo Orden Mundial (NOM), por tanto, a la masonería moderna. En concreto, las organizaciones que "sirven al capitalismo global y respaldan la corrección política en los gobiernos nacionales", como anunció el subdirector del primer ministro, Szilard Nemeth, el pasado febrero. Paralelamente, no hay que olvidar que el filántropo estadounidense de origen húngaro apoya el separatismo catalán. En concreto, el Consell per la Diplomàcia Pública de Catalunya (Diplocat) y el think tank catalán Cidob. Cristina Martín cristina@hispanidad.com