Eso sí, la ministra de Energía anima a los jóvenes a hacer huelga los viernes contra el cambio climático

La última intervención pública antes de las elecciones de la ministra de Transición –o sea de energía-, Teresa Ribera, pasará a la historia. Ribera, sin despeinase, ha dicho que tras el subidón de precio sufrido durante 2018, en abril la tarifa de la luz seguirá subiendo. De entrada, un cuatro por ciento.

El coste de la energía verde que ella promociona no tiene nada que ver

Pero claro, la culpa no la tiene el Gobierno sino las eléctricas, los generadores. Por eso asegura que espera (sólo le faltó decir que hacían trampa) que el mercado mayorista funcione adecuadamente. Y una advertencia poco sibilina: “Espero que los señores que generan electricidad…”.

Naturalmente recupera el impuesto sobre generación porque asegura, puritana ella, que podría entenderse como una medida electoral. Pues que se entienda, Doña Teresa. Usted haga lo posible para que no suba el precio de la luz y todos le defenderemos cuando le califiquen de electoralista.

Eso sí, la ministra de Energía anima a los jóvenes a hacer huelga los viernes contra el cambio climático

Y naturalmente, ni un paso atrás en el desmantelamiento de las centrales nucleares las que ofrecen –después de la hidráulica- la energía más barata y que mejor asegura el suministro.

Y para cerrar su participación Ribera anima a los jóvenes ya adolescentes a hacer huelga los ‘viernes con futuro’. Eso sin duda, será definitiva para que baje el precio de la luz. En cualquier caso, Teresa Ribera vuelva a hacer visible la maldición ecologista: energía verde es igual a energía cara.