• Pero a los dos les conviene esperar para que el acuerdo no parezca un acuerdo.
  • Para los nacionalistas la condición era el cupo y está solucionado.
  • Rajoy está pendiente del resultado de 21-D y de las exigencias de Miquel Iceta (PSC).
  • El gozo en un pozo, para el PP, es que vuelvan a ganar los separatistas y un tripartito (con Podemos o la CUP).
El PP y el PNV han sellado ya un preacuerdo para el apoyo de los nacionalistas vascos a los Presupuestos del Estado de 2018, aunque midiendo los tiempos, algo en lo que también hay acuerdo por doble interés de las partes, según fuentes consultadas por Hispanidad. Para el PNV, es importante que el acuerdo no parezca vinculado a la renovación del cupo vasco (2017-2021), y al PP le interesa la discreción, en paralelo, porque está pendiente del resultado de las elecciones catalanas del 21-D, del que depende algo más que un arreglo de gobierno en esa comunidad. La crisis catalana, dicho de otro modo, ha añadido un punto de discordia en las relaciones con los nacionalistas (por el artículo 155) y hay que guardar las formas. Pero el PNV tiene claro también que ha conseguido lo suyo, motivo más que suficiente para no romper la baraja, más allá de declaraciones puntuales discordantes, y está de acuerdo con la importancia de la estabilidad institucional. El PP espera también a un desenlace de la crisis catalana, pero por otros motivos. Está pendiente tanto de Miquel Iceta (a la derecha, en la imagen) que ha pedido un cupo como el vasco para Cataluña, como de la posible vuelta a la casilla de entrada si el 21-D confirma una victoria de los separatistas (es lo que muestra la encuesta publicada por La Vanguardia, este domingo). Rajoy (a la izquierda) se ha mostrado "optimista", este lunes, respecto a un acuerdo sobre los Presupuestos "lo antes posible", del mismo modo que el PNV para el Presupuesto vasco, que ha añadido a su acuerdo con los socialistas otro con el PP. Las negociaciones empezarán en enero, ha dicho Rajoy, aunque ha añadido que las conversaciones con Ciudadanos, el PNV y los grupos canarios ya están en marcha. Ese optimismo ha contrastado con la galaica tendencia a la obviedad que ha mostrado el presidente en otras cuestiones. Pero no disipa el problema de fondo, que no es otro que Cataluña, ante el riesgo de que la deriva secesionista se eternice, algo que puede suceder con un tripartito de ERC y Junts per Catalunya con la CUP o con Comú-Podem. En esa sopa, queda suspense de lo que puede decidir el socialista Iceta. Rajoy no se ha desmarcado del PSC como sí de la alianza Comú-Podem, porque "conviene tener una posición en la vida", que es lo que no tienen los comunes "en el 155 y el independentismo". Y entente cordiale, al mismo tiempo, con el lehendakari Iñigo Urkullu (en la imagen, en el centro). Rajoy no ha querido valorar su propuesta de emplear el cupo vasco en el nuevo sistema de financiación de las autonomías porque no ha visto que el lehendakari esté planteando ese modelo "para toda España". "¿No tenemos suficientes problemas?", se ha preguntado Rajoy, al tiempo que se desmarcaba de las críticas de los presidentes Feijóo (Galicia), Herrera (Castilla y León) y Javier Fernández (Asturias) al concierto económico y el cupo vasco, que ya existían antes de la Constitución.  Se han calculado, ha asegurado, "con transparencia". Verde y con asas. Rafael Esparza