• En la primera operación no encontrará problemas de competencia que sí aparecerían con la segunda.
  • Y para salvarlos, tendrá que vender a Iberdrola activos, al final, de EDP y Endesa.
  • Dará así un doble salto: primero en el mercado ibérico, con EDP, y después en el mercado europeo.
  • Y entra, además, en todos los sectores energéticos, desde renovables a nuclear.
  • El Gobierno lo ve bien para recuperar la españolidad de un activo estratégico y para política energética (con nuclear, pero sin Galán).
Decíamos ayer que Gas Natural Fenosa mantiene todas las opciones para aumentar de tamaño, no sólo la portuguesa EDP, sino también Endesa. A día de hoy, sin embargo, podemos concretar que el plan de GNF es más preciso y tiene un guión: comprar primero EDP, dando el salto a una compañía ibérica, y después, Endesa, que le situaría entre las grandes europeas. A la italiana Enel le gustaría que fuera al revés: que comprara primero su filial española, por una cuestión de precio, pero GNF contempla más la posición de fuerza para negociar con los italianos. Para la primera operación no espera problemas de Competencia, al tratarse de un activo de otro país, Portugal, con presencia también en España. Tiene en cuenta no sólo la complementariedad geográfica, sino además la complementariedad de negocios. Los activos de GNF están, sobre todo, en gas y carbón mientras que EDP, ha dado pasos también en energías renovables. Gas Natural, no obstante, ha desmentido en dos ocasiones pasos puntuales sobre negociaciones concretas con EDP, entre otras razones porque los contactos han sido preliminares y no concluyentes, mientras la gasista analiza cómo dar cuerpo a una propuesta corporativa. En la misma línea que quitó hierro a su interés para hacerse con Endesa, un competidor más fuerte, operación adelantada por Hispanidad. Y en paralelo, GNF ha mantenido todas las opciones abiertas para crecer tras la entrada, hace un año, de GIP (Global Infrastructure Partners), atento a las inversiones y al dividendo. Pero sólo dará el salto sobre Endesa una vez concluida la operación con EDP. Tiene claro que los problemas de competencia, irrelevantes ante la portuguesa, si aparecerán con Endesa. Pero no por parte de Enel, dispuesta a vender, una vez que ha vaciado a su gusto Endesa y la ha dejado sin sus activos en Hispanoamérica (Enersis). La suma de GNF y EDP colocará a la gasita por delante de Endesa, en términos de capitalización bursátil, pero la suma de tres (con Endesa) le deja sólo por detrás de Iberdrola, con demasiado peso en todos los sectores energéticos (térmica, ciclo combinado y nuclear). En suma, le obligará a vender parte de los activos a la eléctrica que preside Sánchez Galán. No sólo eso: en esa etapa se necesitarán también en el equipo directivo. La operación con Endesa, además, no encontrará pegas de filosofía con el Gobierno, para quien fue un error que Endesa cayera en manos italianas, por un lado, y no en Galán, por otro, el mejor interlocutor para negociar la política energética. Dicho de otro modo: la política nuclear, en la que ha chocado con Galán, dejaría de ser un problema, al tiempo que salva otro escollo: la españolidad de Endesa o lo que es lo mismo, de un activo estratégico. Rafael Esparza