China celebra este martes con gran pompa los 40 años de reformas económicas que la propulsaron a la segunda posición de las potencias económicas mundiales y el presidente, Xi Jinping, defendió los colores del socialismo "con características chinas". El 40 aniversario ha sido también el marco para que el Partido Comunista Chino rinda homenaje, también a sus multimillonarios, como el empresarios de Internet Jack Ma, el más rico del país, el presidente de Alibaba, Pony Ma, o el fundador Baidu, Robin Li. No sólo eso, entre las 110 personalidades, chinas o extranjeras, reconocidas en los 40 años de reformas está también Klaus Schwab, fundador del Foro de Davos, paradigma del capitalismo mundial. 

China sigue en su contradicción con dos sistemas que funcionan a la vez: el capitalismo más duro junto al marxismo más ortodoxo...

China, por tanto, sigue así en su contradicción. "Nadie puede dictar al pueblo chino lo que debe o no debe hacer", declaró Xi, frase que tiene su miga, pues procede de un dictador como la copa de un pino en un sistema totalitario como el chino, con dos sistemas que funcionan a la vez: el capitalismo más duro junto al marxismo más ortodoxo...

Durante el gran encuentro en el Gran Salón del Pueblo, Xi volvió a prometer que su país continuará su apertura al comercio y a las inversiones, con el ímpetu de las reformas emprendidas el 18 de diciembre de 1978.

Cambiaremos decididamente aquello que puede ser reformado y no cambiaremos, decididamente, lo que no pueda serlo, dijo Xi

Aunque la apertura y las reformas siguen siendo claves, deben permitir el mantenimiento de la "estabilidad" del país y que China aumente en calidad, innovar y responder a los desafíos contemporáneos, como la lucha contra la contaminación, explicó el mandatario.

"En un país como China, con 5.000 años de historia y una población de más de 1.400 millones de personas, ningún manual puede considerarse como una regla de oro y tampoco hay un maestro que pueda dar órdenes al pueblo", dijo Xi.

Excepto él, insistimos…