• El presidente de EEUU condenó "en los términos más duros posibles" a todos los implicados en la ola de violencia y odio en Charlottesville.
  • Pero como ya estaba juzgado de antemano, derecha e izquierda se le han lanzado, interesadamente, a la yugular.
  • La Casa Blanca aclara lo obvio: todos son todos: supremacistas blancos, KuKluxKlan, neonazis y demás grupos extremistas.
Donald Trump incluyó al KuKluxKlan y grupos neonazis al condenar la violencia tras una protesta de nacionalistas blancos en Estados Unidos, dijo el domingo la Casa Blanca, un día después de que el mandatario fuera criticado por sectores de derecha e izquierda por no censurarlos explícitamente. "El presidente (Donald) Trump condenó (lo sucedido) ayer de forma muy clara y dijo que el odio y la intransigencia que se vio en las calles de Charlottesville no serán aceptados", añadió el vicepresidente Mike Pence. El sábado, una mujer de 32 años murió y otras 19 personas resultaron heridas, cinco de ellas en condición crítica, cuando un hombre arremetió con su auto contra una multitud que se oponía a la manifestación de los nacionalistas blancos en Charlottesville, una ciudad universitaria del sur del país. Trump fue criticado tanto por republicanos como por demócratas por esperar demasiado tiempo para abordar el tema y luego, cuando lo hizo, por no condenar explícitamente a los manifestantes supremacistas blancos que desataron los tumultos. Sin embargo, la Casa Blanca dijo el domingo en un comunicado que el mensaje de Trump del día previo "condena todas las formas de violencia, fanatismo, y odio, y por supuesto eso incluye supremacistas blancos, KuKluxKlan, neonazis, y todos los grupos extremistas. Pidió por la unidad nacional y aunar a los estadounidenses". Desde su campo de golf de Nueva Jersey, Trump dijo el sábado que "muchos bandos" estuvieron implicados en los incidentes de Charlottesville. No le contestó a un reportero que le consultó sobre si fue lo suficientemente duro con los nacionalistas blancos. "Condenamos, en los términos más duros posibles, esta atroz muestra de odio, intolerancia y violencia de muchos bandos", dijo. De esta forma el Nuevo Orden Mundial le cuelga un nuevo sambenito a Trump: el de racista. Daba igual lo que dijera el presidente de EEUU: ya estaba condenado de antemano. Se trata de desprestigiarle lo más posible antes de quitárselo de en medio por vías democráticas. Andrés Velázquez andres@hispanidad.com