Desplazar el centro. Este es el objetivo de los socialistas y por el que tanto luchan Iván Redondo, gurú de comunicación del presidente, y José Luis Ábalos, secretario de Organización del PSOE y actual ministro de Fomento. Tanto es así, que la preferencia de los socialistas no es formar Gobierno con el hundido Podemos, sino con Ciudadanos, con quien conseguiría mayoría absoluta al sumar los 57 escaños de Albert Rivera. Así, Emiliano García-Page, presidente socialista de Castilla La Mancha, afirmaba durante la mañana del lunes que "Sánchez está haciendo una clara llamada de atención a Rivera"

Por su parte, el segundo de los naranjas -José Manuel Villegas- comparecía ante los medios para aclarar que su "socio preferente" es Pablo Casado. Sin embargo, ha insistido en que de no llegar a acuerdos con los populares, los socialistas tienen las puertas abiertas. Asimismo, ha repetido que no quiere juntarse con Vox, ya que lo que buscan son "acuerdos a dos" -con el PP- que los de Abascal tendrían que apoyar si no quieren dejar ganar a la izquierda.

Moncloa mantendría su 'política social': feminismo, ecologismo y guerracivilismo

Si de algo se caracterizan todos -y todas- los ministros -y ministras- de Pedro Sánchez es de feministas. Además, se suman a la lucha de la izquierda por combatir el cambio climático y no consiguen olvidar la parte que les interesa de la historia durante y después de la Guerra Civil. Todo ello, disfrazado bajo una fachada moderada que ha conseguido que el PSOE aumente en votos. Es en el tema económico donde entrarían las políticas de Ciudadanos, entre las que destaca una bajada de impuestos. Así, Sánchez mantendría su 'política social', mientras Rivera llevaría la voz cantante en la economía. Para ser más concretos: el PSOE renunciaría a la subida de impuestos.

Albert Rivera tendría que limar sus perfiles centralistas y, a cambio, los socialistas no subirían los impuestos

Con esta alianza se anularía al PP, es decir, que el aspirante a líder de la oposición escalaría puestos mientras su oponente, Casado, pierde influencia en el hemiciclo. Lo mismo ocurriría con Podemos y los independentistas. Por su parte, Vox quedaría al margen, cargo que Villegas se ha preocupado en prepararle: "no vamos a entrar a negociar gobiernos a tres". O sea, gobiernos con Vox.

Cabe recordar que si Rivera enaltecía a Macron, es ahora el socialista quien pone como ejemplos a seguir las ideas del presidente francés, entre las que destaca la conquista del centro político, que ahora se sitúa entre socialistas y liberales; lo que quede fuera es ultra, exceptuando a Podemos, por ahora. Y es que la alianza que buscan la masonería es PSOE-Cs y PP. Ya hay dos que parecen estar de acuerdo, solo queda uno, que siempre que puede se define así mismo como 'centroderecha', que lo de 'derecha' a secas hoy en día suena un poco ultra.