• 'Plan B': si eso no funciona, un 'watergate'.
  • 'Plan C': cualquier cosa, pero hay que conquistar la Casa Blanca.
  • Y mientras tanto, preparar a Michelle Obama como futura presidenta.
  • Un mundo de tópicos: ya se ha conseguido un presidente negro, ahora falta una mujer.
  • Mientras tanto, Trump debe elegir para su equipo entre conservadores o cristianos.
  • Y me temo que está eligiendo a los primeros.

En Estados Unidos se vive un intento de golpe de Estado -civil, no militar- para que un presidente electo no jure el cargo. A eso responden las manifestaciones postelectorales contra Donald Trump desde el miércoles pasado. El objetivo no es otro que evitar que Trump jure su cargo como presidente.  Y aquí arranca la verdadera novedad: las manifestaciones antes de unas elecciones, sí, se entienden, pero no después, concluida la batalla, cuando lo único que se entiende es que todos han aceptado el resultado. Pero el Nuevo Orden Mundial (NOM) no lo acepta. Quiere tumbar a Donald Trump y está dispuesto a subvertir el sistema electoral de la mayor democracia del mundo al precio que sea. Lo nunca visto, insólito. Las manifestaciones son constantes y no en ciudades pequeñas, sino en Nueva York, Los Ángeles, Chicago, Dallas… En unos casos sólo con pancartas y en otras con incidentes y violencia. El contrapunto está en el propio Trump, que no tiene pinta de ceder a las protestas, al tiempo que los republicanos van a soportar al nuevo invitado a la mesa… aunque cobrará, como ha dicho, un dólar al año por la Presidencia. De momento, estamos en el plan A, que tendrá fecha de caducidad desde el momento en que Trump jure su cargo como presidente -el 20 de enero- y se instale en la Casa Blanca. A partir de ahí, habrá que recurrir al segundo paso, el plan B: un watergate como el que acabó con la carrera política del presidente republicano Richard Nixon. En otras palabras, se le montará un escándalo que le obligue a dimitir. Ya están trabajando en ello para minar su imagen. El Plan C es cualquier cosa, pero con un objetivo: todo vale cuando hay que conquistar la Casa Blanca. Cuando se dice todo vale es que vale todo. Échenle imaginación, en la misma medida de los tiempos extraños que vivimos. En el entretanto, el NOM prepara a Michelle Obama, todavía primera dama, como futura presidenta. Hillary Clinton no ha podido ser: ha perdido. Pero vivimos en un mundo de tópicos. Ya se ha conseguido un presidente negro, que parecía inalcanzable hace ocho años, y ahora falta una mujer. Y encima, también afroamericana, como reza el tópico. Mientras tanto, Donald Trump ha empezado ya a crear su nuevo equipo, aunque faltan dos meses para que preste juramento. Básicamente, debe elegir para su equipo entre conservadores o cristianos y me temo que está eligiendo a los primeros. Luego que no se queje de si se le identifica con el fascismo. Eulogio López eulogio@hispanidad.com