• La compañía que preside Felipe Benjumea y tiene de Ceo a Santiago Seage acuerda con Abengoa Yield la venta de un cuarto paquete de activos.
  • Consiste en dos plantas solares de 50 MW (Solaben 1 y 6), situadas en Extremadura y que llevan operativas desde 2013.
  • El importe de la venta asciende a 277 millones, pero tampoco contenta al mercado: las acciones de Abengoa caen un 2,27%.
El pasado viernes, contábamos que el mercado no cree a Abengoa, pero ahora no sólo eso, sino que además le exige más venta de activos. Abengoa, considerada la reina de la termosolar, ha optado por desinvertir en esta energía renovable; además hace unas semanas reconoció que esta 'energía verde' era inviable. La compañía que preside Felipe Benjumea y tiene de Ceo a Santiago Seage ha acordado con Abengoa Yield, su filial cotizada en EEUU, la venta de un cuarto paquete de activos, según la información remitida este lunes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). En concreto, el acuerdo consiste en la venta de dos plantas solares de 50 MW (Solaben 1 y 6), situadas en Logrosán (Extremadura) y que llevan operativas desde el año 2013. Ambas plantas pertenecen a la Plataforma Solar Extremadura (en la imagen), la más grande de Europa, que cuenta con una potencia de 200 MW y genera electricidad equivalente al consumo de 104.000 hogares. En total, está formada por cuatro plantas solares: Solaben, 1, 2, 3 y 6. De éstas, la número 2 y la 3 pertenecían ya a Abengoa Yield y a la japonesa Itochu. El importe de la venta ha ascendido a 277 millones de euros, pero tampoco ha contentado al mercado en la jornada de este lunes. En concreto, las acciones de Abengoa mostraban una caída del 1,87% a media hora del cierre de sesión, superando el descenso del índice general (-1,14%), pero se desplomaban hasta el 2,18% a 20 minutos del cierre y acababan la jornada con una caída del 2,27%, superando la del Ibex 35 (-1,45%). Así, la compañía que preside Benjumea ha vuelto a vivir una no muy buena jornada bursátil, algo que no es ninguna sorpresa, aunque por lo menos no ha sido negra como las que experimentó el pasado jueves, cuando su cotización se desplomó un 7,66%, y el viernes (-7,4%). Conviene destacar que el mercado sigue sin creer a Abengoa, a pesar de que la semana pasada adelantara algunos de sus resultados, además exigirle vender activos es entrar en el cuento de nunca acabar. Y por si esto fuera poco no hay que perder de vista que el próximo jueves presenta los datos definitivos de sus cuentas del primer semestre, aunque por muy buenas que sean las cifras no parece que el mercado vaya a premiar a la compañía. Cristina Martín cristina@hispanidad.com