• El problema de los españoles es que confundimos patriotismo con fascismo. Por eso nos toman tanto el pelo.
  • Marruecos es nuestro amigo: por eso utiliza a los pobres inmigrantes del África Negra para empujarle hacia las vallas de Ceuta y Melilla.
  • Y el yihadismo no tiene nada que ver con el islam… como creo haber dicho antes.
  • Rajoy no se reunirá con Pablo Iglesias.
  • Con Albert Rivera no habló de pactos. Entonces, ¿de qué hablaron?
  • Que gobierne la lista más votada ante una oposición unida para fastidiar puede dar lugar a inestabilidad permanente.
  • En cualquier caso: ¿pacto con el PSOE en busca de la moderación? Rajoy asegura que con Pedro Sánchez no es posible. Y no le falta razón.
Reunión de alto nivel, altísimo nivel, entre el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy y el primer ministro marroquí Abdelilah Benkirán. Si habría nivelazo que estaba presente medio gobierno español. ¡Jo, qué miedo le tiene España a Marruecos, caramba! Rueda de prensa posterior, que es lo importante, por parte de los dos mandatarios, porque es donde los políticos se la juegan. Antes, dos plúmbeas intervenciones, especialmente la de Rajoy, que no dejó ningún tópico en el tintero. Incluso aseguró que ambos coincidían en el deseo de una salida política y negociada cuando todos estábamos esperando que se decidieran por una solución bélica y radicalmente violenta, una verdadera matanza que regara de sangre el desierto libio. Incluso Rajoy nos explicó, con esa originalidad que caracteriza a los líderes occidentales de fuste, que el yihadismo que asola a Occidente no tiene nada que ver con el islam "como ya he dicho en otras ocasiones". ¿Y con qué tendrán que ver las matanzas en nombre de Alá? Y entonces llega el turno de preguntas que, como en toda estas solemnes ocasiones, está aherrojado por un democrático reparto de intervenciones: dos periodistas marroquíes y dos españoles. Se supone que las preguntas de los cuatro están consensuadas, naturalmente entre los grandes medios, es decir, los medios tradicionales. Internet, que es quien marca la pauta informativa en el siglo XXI, queda aparcada. Y lo bueno del consenso (sobre todo para los políticos) es que no se puede molestar a nadie: no al que responde a la pregunta consensuada sino incluso a quienes la formulan. Conclusión: las preguntas más tontas e inanes de los periodistas están reservadas para estas grandes ocasiones. Pero lo sucedido en Moncloa durante la tarde del viernes no acabó ahí. Descubrimos que el consenso marroquí era mucho más intencional y malicioso que el español. Y es que los españoles, ya se sabe, confundimos patriotismo con fascismo. Por eso nos toman el pelo. Pues eso, que va el marroquí y, en primer lugar, pregunta por Ceuta y Melilla, porque, aunque los gobiernos españoles se empeñen en negarlo, la monarquía marroquí ¡quiere conquistar las plazas españolas del norte de África! Y la pregunta iba dirigida a Rajoy, no a Benkirán. Segundo torpedo del mismo escribano. Los inmigrantes marroquíes, que sufren mucho en España. Tercera pedrada: los militares marroquíes reclamados por la Audiencia Nacional. ¿Cómo se atreven? Sólo le faltó terminar con un ¡españoles malnacidos! ¿Cómo contestó Rajoy? En su estilo: si me orinan digo que llueve. Patético. Tanto, que el primer ministro Benkirán tuvo que salir en defensa de Rajoy frente a su plumífero compatriota: No hemos hablado de Ceuta y Melilla. Primero empezamos lo positivo y luego iremos con los desacuerdos. Segundo: Hay 800.000 trabajadores marroquíes en España: ¡No todos estarán descontentos! Tercero: los militares es una cuestión judicial que los dos ministros del ramo (Rafael Catalá estaba allí delante) ya están hablando para cerrar de la mejor manera posible. Rajoy, calladito. Sólo aprovechó para soltar la habitual excusa política de que una cosa son los gobiernos y otra los tribunales. Huida hacia el poder judicial y huida hacia Europa: porque según Rajoy todos los problemas migratorios se solucionarán cuando Europa ponga más dinero para ayudar al África subsahariana. Pero, en el entretanto, los marroquíes seguirán utilizando a los pobres inmigrantes negros para presionar a España en las verjas de Ceuta y Melilla. A los periodistas españoles, por consenso, eso sí, ni se les ocurre plantear esto: Marruecos es respetable y nosotros no. Y además boinardos: preguntamos, por consenso, si Rajoy va a recibir a Pablo Iglesias. Rajoy responde que ni de broma. También dice que con Albert Rivera no hablaron de pactos. Entonces, ¿de que hablaron? A partir de ahí la habitual confusión mental de don Mariano: quiero que gobierne la lista más votada y quiero que haya gobierno estable. Pues oiga, el gobierno de la lista más votada ante una oposición unida para fastidiar puede dar lugar a la inestabilidad permanente. No hombre, no: usted debe defender que gobierne la lista más votada porque es lo justo, no porque sea estable. Y vuela a repetir lo de Soraya:"Estoy muy preocupado" con el PSOE. Es para estarlo. Pedrito Sánchez Maravillas recreando el Frente Popular. Rajoy le recuerda que no votó ni a Juncker ni a Arias Cañete: los únicos socialistas de toda Europa que no lo hicieron. Y el insensato de Sánchez asegurando que no pactaría jamás ni con el PP ni con Bildu y ahora sería capaz de pactar con la mismísima ETA. Por de pronto, ya le ha dado la Alcaldía de Badalona a los majaderos independentistas de CUP. Sí todo eso está muy bien don Mariano, pero se trata de cuidar los principios además del porcentaje de PIB y de los puestos de trabajo que pueda crear. Eulogio López eulogio@hispandiad.com