La patronal madrileña, CEIM, ha analizado los efectos de la polémica iniciativa de Manuela Carmena Madrid Central, y las conclusiones son contundentes. No se sabe si habrá bajado o no la contaminación, pero ha supuesto un recorte de la facturación del 15% para los negocios ubicados en la zona centro de la capital.

La medida ha suscitado la criticas más airadas de los empresarios, autónomos, restaurantes, comercios y hoteleros que trabajan in situ por la intransigencia de Ayuntamiento para negociar. Ya habían denunciado que la prohibición de entrada a los vehículos de los madrileños, salvo que residan en la zona o tengan la etiqueta medioambiental, amenaza sus negocios.

Ahora, es la Confederación Empresarial de Madrid-CEOE la que da las cifras, al valorar en un comunicado los resultados de la Campaña de Navidad, gracias a la cual aumentado en torno al 2,5% en la Comunidad de Madrid, no ha así en Madrid Central.

Los comercios afectados se quejan del caos normativo, que disuade a seguir operando en la zona  

CEIM añade que el comportamiento ha sido mejor en los sectores del turismo, hostelería, restauración y logística, en consonancia con el momento del año, mientras que comercio especializado se ha comportado de forma similar a la anterior campaña.

Volviendo a Madrid Central, los empresarios madrileños temen que lo peor esté por llegar: “La situación se va a agravar cuando el Ayuntamiento comience a multar y finalice el actual periodo transitorio sin sanciones.”

Y a eso se añade la experiencia hasta ahora, que ha provocado “numerosas consultas” por el caos normativo que regula el plan, que “disuade de seguir operando en la zona afectada”.

Mientras, el tráfico en la capital de Epsaña se hace más difíciil cada día. Madrid se ha convertido en una ratonera.