• Los presuntos delitos son de encubrimiento y revelación de secretos y van contra Medriapro, ETB y TV3.
  • Esos delitos que pueden conllevar penas de entre cuatro y ocho años de cárcel además de una indemnización.
  • El teléfono móvil privado de Nicolás Gómez aparece en el documental Las cloacas de Interior, que han visto dos millones de personas.
  • Primero fue emitido por el canal del Youtube y después en la programación de las teles vasca y catalana.
  • Desde entonces, el pequeño Nicolás no ha dejado de recibir llamadas a tutiplén de desconocidos.
  • Es un momento, además, en el que está inmerso en no pocas causas judiciales.
El juzgado de instrucción ha admitido a trámite la querella criminal presentada por Nicolás Gómez, conocido en la opinión pública como el pequeño Nicolás, contra Mediapro por los presuntos delitos de encubrimiento y revelación de secretos, que pueden conllevar penas de entre cuatro y ocho años de cárcel, además de una indemnización dineraria, para los directivos responsables. La participación de Jaume Roures en el grupo Mediapro es del 12%, y tiene entre otros accionistas a Torreal (Juan Abelló), con el 22,5%, WPP (22,5%), Televisa (19%) y el 12%, como Roures -al que no se le escapa ni una, por cierto, para llevar a gente a los tribunales-, de Tatxo Benet y Gerard Romy. La querella, a la que ha tenido acceso Hispanidad, plantea acciones penales contra los directivos implicados tras la emisión, el pasado 19 de julio, del documental Las cloacas de Interior, a través del canal de Youtube, en el que aparecía escrito el teléfono móvil privado, nombre y apellidos de Nicolás Gómez. Roures no aparece citado, pero sí el responsable de cumplimiento normativo (compliance officer) de Mediapro, Joaquim Triadu. Ese documental, según el escrito, sigue emitiéndose y contaba en la fecha de presentación de la querella (el 27 de julio), con 727.025 visualizaciones. La querella va dirigida también contra la televisión vasca, ETB, y la catalana, TV3, que incluyeron ese espacio en su programación diaria, con un share del 30,1% (766.000 espectadores) en el primer caso, y del 12% en el segundo (254.000 espectadores). Como suelo ocurrir en estos casos, el pequeño Nicolás empezó a recibir mensajes y llamadas a tutiplén ese día, el 19 de julio, y en esas sigue el hombre, básicamente porque ninguno de los tres medios tomó medidas tras vulnerar su intimidad. Hay que tener en cuenta, además, que Nicolás Gómez está inmerso en otras causas judiciales, de las se defiende procesalmente, lo que le obliga a atender su teléfono entre las llamadas de desconocidos que le incordian. Esos datos, al fin y al cabo, son personales y están protegidos por ley (la Protección de Datos de Carácter Personal) y el programa de marras lo han visto dos millones de personas (más los que los quieren seguir viendo), lo que acentúa, como se lee en el documento, que "su vida cotidiana en estos momentos sea un auténtico infierno". En el caso de Mediapro, "no han funcionado los mecanismos de control" que publica en su normativa interna, en concreto su Código de Conducta, publicado en su página web, del mismo modo que ETB y TV3 tienen desarrollados códigos éticos y de conducta al respecto. Rafael Esparza