• Es decir, se asemejerá al corralito de Tsipras y al matonismo de Maduro.
  • El Pedro Sánchez más adolescente: que el rey me pida formar gobierno. El rey no pide, encarga.
  • La maniobra de Rajoy sume en el desconcierto al PSOE.
  • Antes de empezar el 'diálogo', Podemos ya exige cargos y veta nombres (Jordi Sevilla). Es decir, en línea frentepopulista.
  • Ideología del Greve: vivir a costa de los demás. Eso se traduce en exaltación de la propiedad pública.
  • Y lo de Alberto Garzón no es risible: es directamente cachondeable.
  • Rivera a lo suyo: el jacobinismo centralista. Pero no olvidemos que los jacobinos eran feroces anticlericales. Rivera es la derecha pagana.
  • El marianismo ha hecho un arte del mal menor.
  • El PP es la derecha tibia. Ahora le toca reflexionar: sobre el abandono de los principios cristianos y sobre sus propios complejos.
  • Lo mejor sería repetir elecciones.
El espectáculo político español empieza a resultar extraordinariamente risible. Por un lado, la maniobra del viernes de Mariano Rajoy, renunciar a formar Gobierno, ha sumido al PSOE en el desconcierto. Y así, al siempre adolescente Pedro Sánchez, no se le ha ocurrido otra cosa que refugiarse en SM Felipe VI y asegurar, como un quinceañero, con pataleta y llantina incluidas, que si quieren que forme gobierno Su Majestad tendrá que pedírselo. Oye, príncipe de Alcorcón: el Rey no pide formar Gobierno: lo encarga, dentro de su función arbitral. Al igual que Rajoy tú puedes aceptarlo o rechazarlo, pero no exigir que te lo supliquen. Ni es tu función ni es la función del Rey. Y naturalmente que te lo va a encargar: el más votado lo ha rechazado y ahora el testigo pasa al segundo más votado, que eres tú. Los barones del PSOE tiemblan ante la posibilidad del que e l socialismo español sea fagocitado por el comunismo de Podemos que ya ha empezado, no sólo a exigir cargos, sino a vetar candidatos ajenos: por ejemplo, a Jordi Sevilla como ministro de Economía. A lo mejor es porque el demagogo de Podemos soltó un exabrupto contra el neoliberal Sevilla, que trabaja en PricewaterhouseCoopers (PwC), durante el debate electoral. Sólo que al pedantón de Podemos, señor Iglesias, el ataque le salió pifia y acabó en el ya viral, en las redes sociales: 'House Water Watch Cooper'. Al parecer, Iglesias quiere darle la puntilla al comunismo clásico elevando a Alberto Garzón a ministro de Economía, esto es, al hombre de los dos diputados que hará todo lo posible "para que no Gobierno el PP". Garzón es patético: cunado Adolfo Suárez (CDS) se quedó con dos diputados, él y Agustín Rodríguez Sahagún, se lo tomó como buen humor. Cada vez que Agustín se alejaba del hemiciclo, Adolfo Suárez le decía: "Agustín, no te alejes que se me rompe el grupo". Pero Garzón es otro pedante, así que no da para el saludable buen humor de Adolfo Suárez. En cualquier caso, un Garzón como ministro de Economía, con un donnadie como Sánchez de Presidente y un pedantón como Iglesias de vice, convertiría a España en una mezcla de Grecia y Venezuela. Eso es Podemos, el 'Greve' un poquito del corralito griego de Tsipras (en Grecia cada día es más difícil vivir) y del matonismo venezolano de Hugo Chávez y sus sucesores, Nicolás Maduro y Diosdado Cabello. Y quien le facilita la entrada esos dos modelos es… Pedrito Sánchez, otro líder a la altura de un momento histórico. En el fondo, cuál es la economía de Podemos, cada día más asimilada por le PSOE: vivir a costa de los demás. Esto se consigue bajo el conjuro de la propiedad pública y la exaltación de lo público y al denigración de la propiedad privada. Es decir, la propiedad privada, la que ofrece libertad y prosperidad al hombres, siempre que esté convenientemente repartida, es al perversa, mientras lo público es la propiedad de todo, la propiedad justa… cuando todo el mundo sabe que es la propiedad de los políticos que usurpan nuestro dinero. Si creen que exagero vean la ardiente defensa que hace el PP actual del Estado del Bienestar. Así que, ¿hay en España peligro de corralito a la griega y de matonismo a la venezolana? Sí. Y entonces, ¿hay y que volver los ojos hacia Ciudadanos hacia el PP? No, el Ciudadanos de Albert Rivera no es otra cosa que el viejo jacobinismo. Centralista sí, pero ferozmente anticristiano. Es una derecha pagana, atea que arremete contra el ideario católico a la menor oportunidad. Y tampoco procede luchar por el PP: Mariano Rajoy debe marcharse a su casa. Junto a Soraya Sáenz de Santamaría, han entronizado el mal menor (¡Ya está bien de mal menor!) y se han burlado de los principios cristianos, que son los que han forjado España. El PP es una derecha tibia y a los tibios, como no son ni fríos ni calientes, había Alguien que estaba dispuesto a vomitarlos de su boca. Simplemente, el PP debe reflexionar y cambiar. Y, de paso, muchos españoles también. Ahora mismo, en España estamos en el frentepopulismo y muy próximos al enfrentamiento civil. ¿Qué es lo mejor que nos puede pasar? Repetir elecciones. Eulogio López eulogio@hispanidad.com