Ni la venta online, ni la expansión internacional iniciada en Portugal, ni la reorganización de los proveedores. El gran proyecto que ha puesto en marcha Mercadona consiste en la ampliación de sus tiendas, que pasarán de 1.500 a 2.000 metros cuadrados, ojo, como mínimo. El plan es muy ambicioso -10.000 millones de euros de inversión hasta 2023- y supondrá el cambio de ubicación de aquellos centros que, por la razón que sea, no se puedan ampliar.

El objetivo es que todas, las 1.636 tiendas, incorporen las nuevas secciones que ha ido implantando la cadena, desde una mayor oferta de frescos hasta la nueva sección ‘Listo para comer’, pasando por el horno de pan y los cortadores de jamón. Y es que, Juan Roig considera que este es el tamaño ideal, en primer lugar porque la gente compra cada vez menos en el hipermercado y, por otra, por la baja rentabilidad de las tiendas pequeñas. Porque la logística también es importante. Es más eficiente repartir en 10 tiendas de 2.000 metros cuadrados que en 20 establecimientos de 1.000 metros cuadrados.

El objetivo es que todas, las 1.636 tiendas, incorporen las nuevas secciones que ha ido implantando la cadena, desde una mayor oferta de frescos hasta la nueva sección ‘Listo para comer’

En definitiva, ni el hiper ni el ultramarinos. El tamaño perfecto, según Juan Roig, oscila entre los 2.000 y los 2.500 metros cuadrados. Algunas tiendas ya cumplen con el mínimo y sólo se reformarán para incluir las nuevas secciones, pero otras muchas no, y esas cambiarán de ubicación y serán ampliadas. Pero tranquilos, porque la intención de Mercadona es mudar esos establecimientos a otros locales cercanos: no está la cosa como para perder clientes.

Por cierto, la venta online continúa su crecimiento… lento. Se irá implantando poco a poco. El futuro, de momento, está en las tiendas físicas de toda la vida... de tamaño medio.