El paripé continua. Oficialmente, la delegación del PSOE, encabezada por la inefable Carmen Calvo, aseguró al finalizar la reunión del jueves tarde que las conversaciones con Podemos ‘continúan’.

La delegación de Podemos, encabezada por el no menos inefable Pablo Echenique, asegura que todo va muy mal porque no les dejan entrar en el Gobierno y lo que les han presentado es un programa electoral. Y tienen razón.

El débil molesta en España: el programa de Sánchez tiene como banderas la eutanasia contra el anciano y el lavado de cerebro contra los niños

Por supuesto que Sánchez no quiere que podemos entre en el Gobierno. No lo ha querido nunca por mucho que se invoque su actitud de julio. ¿Cómo vas a pasearte por Europa con el neocomunista Iglesias y presumir de estadista, cuando Occidente confunde a los estadistas con los estables y a la normalidad democrática con la estabilidad de los cementerios?

Pero había que cumplir con la gran mentira, el gran paripé del ‘dialogo’ dado que la primera opción de ese tahúr llamado Pedro Sánchez, consiste en el acuerdo con Ciudadanos para formar un gobierno progresista-moderado, que es algo así como el social-capitalismo que el Nuevo Orden Mundial (NOM) desea implantar en España y en todo Occidente.

Ahora bien, ¿qué pasará si Pablo Iglesias, al borde del precipicio ante unas nuevas elecciones, le dijera sí a Pedro Sánchez?: ¿Cómo se las arreglaría Moncloa para decirle que no?   

El problema es que Occidente confunde a los estadistas con los estables y a la democracia con la estabilidad de los cementerios

Ahora bien, el peligro radica en pensar que el PSOE es menos progre, más moderado que Podemos. El PSOE es tan abortista, tan LGTB, tan antifamilia natural y anti-natalidad, tan guerracivilista, tan enemigo de la escuela católica, tan cristófobo y comecuras y tan adversario de la pequeña propiedad privadas como Podemos. No se engañen en este punto, porque resulta fundamental para entender lo que está pasando.

Y el gran peligro para los católicos y para el voto católico en conciencia, no está en Iglesias sino en Sánchez. Entre otras cosas, porque Sánchez ha sabido captar una corriente social subterránea que desgraciadamente nos ha invadido: el débil molesta en España.

El programa de Sánchez tiene como banderas la eutanasia contra el anciano y el lavado de cerebro contra los niños en las escuelas. Y aun así, la imagen colectiva del presidente en funciones sigue siendo la de un hombre moderado. En unas próximas elecciones, que es lo que el PSOE busca, Podemos se consumirá y los comicios sólo servirán para el enaltecimiento de Pedro Sánchez.