El Gobierno se ha enorgullecido de que bajará la deuda sobre PIB al 95,4% este año… a pesar de que en 2020 tiene que estar en el 60%, tal y como establece la Ley de Estabilidad Presupuestaria de 2012. En concreto, el secretario general del Estado y Financiación Internacional, Carlos San Basilio, ha explicado que el ritmo de corrección de la deuda está ahí y se va a ir acelerando”, pero no será suficiente.

Llegar al 60% del PIB el año que viene es una meta “inalcanzable” a día de hoy, según ha considerado el presidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), José Luis Escrivá. Es cierto que se viene reduciendo en los últimos años, pero más lentamente de lo que debería desde el nivel máximo a la que la llevó el primer Ejecutivo de Mariano Rajoy en 2014 (100,4% del PIB): la previsión es que 2018 cierre en el 96,9% y este año, en el 95,4%.

Con Aznar y en el primer mandato de Zapatero, el endeudamiento marcó mínimos, hasta que llegó la crisis y se disparó: llegó al máximo del 100,4% en 2014

Al hilo de esto, conviene recordar que el popular José María Aznar dejó el ratio de deuda pública sobre PIB por debajo del 50%: en diciembre de 2003 se situó en el 47,6% y cuatro meses después, ya con el socialista José Luis Rodríguez Zapatero en La Moncloa, en el 45,3%. Es más, el buen ritmo de desapalancamiento se mantuvo hasta diciembre de 2007, cuando el ratio fue del 35,6%, pero la crisis económica cambió las cosas y la deuda se disparó.

Así, llegó al máximo del 100,4% del PIB en 2014 y, desde entonces, ha ido bajando, pero aún es una asignatura pendiente. Rajoy dejó el endeudamiento público en el 98,1% en junio y el cambio de Gobierno debido a la moción de censura no ha cambiado la tendencia a la baja: al cierre del primer trimestre, el ratio ha sido del 98,3%, es el primer dato del Ejecutivo de Pedro Sánchez.

El Tesoro Público prevé una emisión neta de 35.000 millones y otorgará menor financiación a autonomías 

Respecto a la Estrategia de Financiación del Tesoro para 2019, se prevé una emisión neta de 35.000 millones de euros, un 2,1% superior respecto al cierre de 2018 (34.277 millones), pero un 18% inferior a la previsión inicial del año pasado (40.000 millones). Eso sí, San Basilio espera que la evolución de las necesidades de financiación a lo largo del año le permitan anunciar en la segunda mitad del ejercicio. Como buen discípulo de la ministra de Economía, Nadia Calviño, ha señalado que la estimación de emisión es “prudente y conservadora”.

El Tesoro Público otorgará menor financiación a las comunidades autónomas, pues para ello emitirá deuda por importe de 9.000 millones, en lugar de los 15.000 millones del año pasado, lo que supone un 40% menos. Pero habrá una mayor aportación del Estado a la Seguridad Social: un préstamo de 15.164 millones y transferencia de 850 millones.