• En marzo, varios países europeos prohibieron la entrada de funcionarios turcos que pretendían hacer campaña política con los expatriados en favor del presidente, Recep Tayyip Erdogan.
  • De aquellos polvos, estos lodos: "No es más que una consecuencia natural de estos eventos", dicen los holandeses.
Holanda y Turquía se empezaron a llevar mal en marzo, cuando los holandeses prohibieron la presencia de funcionarios turcos en suelo holandés que pretendían hacer campaña política con los expatriados en favor del presidente, Recep Tayyip Erdogan en el marco del referéndum para aprobar reformas constitucionales. Estas prohibiciones se repitieron en varios países con diáspora turca, lo que provocó una congelación de las relaciones entre Turquía y diferentes gobiernos, a los que Erdogan acusó de "realizar prácticas parecidas a las de los Nazis". Pero Holanda sigue con mano firme contra Turquía. El Consejo de Ministros holandés ha prohibido este viernes la entrada en el país al viceprimer ministro de Turquía, Tugrul Türkes (en la imagen), quien tenía previsto asistir a una conmemoración del fallido golpe de Estado del pasado 15 de julio en su país, recogen agencias. "La entrada del vice primer ministro no es deseada dadas las actuales circunstancias que marcan las relaciones bilaterales entre nosotros", ha hecho saber el Gobierno holandés a través de un comunicado emitido este viernes por el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación. La decisión de este viernes, ha remachado el Ministerio, "no es más que una consecuencia natural de estos eventos", de acuerdo con el comunicado. José Ángel Gutiérrez joseangel@hispanidad.com