• Marcos Peña tendrá diez días para emitir el laudo arbitral obligatorio.
  • A los trabajadores de Eulen no les queda otra que esperar a la resolución.
  • Otra cosa es el 'intramundo' del conflicto, que ha colocado a AENA en la diana sindical.
El Gobierno ha optado por Marcos Peña, presidente del Consejo Económico y Social (CES), para conducir el arbitraje en el conflicto laboral de Eulen en el aeropuerto de El Prat, un punto de inflexión en medio del conflicto que tendrá nuevas secuelas por la convocatoria de huelga en todas las instalaciones de AENA en septiembre. Es su propuesta, pero si tenemos en cuenta que los trabajadores encargados de la seguridad han renunciado a proponer un candidato -por falta de tiempo y porque no creen en esa solución-, y que Eulen ya dijo que aceptaría el candidato del Gobierno, será Peña quien porte con la encomienda. El Ministerio de Fomento se decide por un árbitro neutro, como quien dice, ya que Peña fue secretario de Empleo en el último Gobierno de Felipe González, con José Antonio Griñán como titular de Trabajo. Tiene, además, experiencia en materia laboral, no sólo por su especialidad técnica (inspector de Trabajo y catedrático de Derecho Laboral) y como negociador en convenios de empresas (Telefónica, Renfe o Repsol). Su actividad más reciente en ese sentido ha sido la mediación entre los estibadores y las navieras, aunque en el caso de El Prat es algo más: tendrá que formular propuestas concretas, que las partes deben acatar, para que concluya la huelga. El comunicado de Fomento, muy escueto, recuerda que el Gobierno recurrió al arbitraje obligatorio tras el fracaso de las negociaciones, con la mediación de la Generalitat, entre la empresa y los trabajadores. Una vez notificada la propuesta, las partes tienen un día de plazo para formular alegaciones que estimen oportunas a la propuesta del Gobierno. A partir de ahí el proceso sigue: una vez designado dispone de 10 días naturales para emitir el laudo, obligado para las partes. Rafael Esparza