El programa financiero de Argentina con el Fondo Monetario Internacional (FMI) estará en suspenso durante algún tiempo, a medida que la Argentina resuelva la incertidumbre política y económica que atraviesa, dijo el director gerente interino del organismo multilateral de crédito, David Lipton, en una entrevista concedida a la agencia internacional de noticias Bloomberg, recoge El Territorio.

El FMI “trabajará para una eventual reanudación de una relación, algún tipo de relación financiera con ellos, que puede tener que esperar un tiempo”, dijo Lipton. Y analizó: “La situación de Argentina en este momento es extremadamente compleja”.

Así, Lipton dio un mensaje claro al gobierno de Mauricio Macri: los 5.400 millones de dólares que deberían haber sido depositados a comienzos de septiembre como parte del acuerdo stand by firmado el año pasado no llegarán en el corto plazo.

Lipton analizó: “La situación de Argentina en este momento es extremadamente compleja”

La entrevista fue concedida un día después de haberse reunido con Macri en Nueva York y antes de que otros directivos del Fondo almorzaran con el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, el miércoles en Washington.

En el reportaje, Lipton planteó además que están abiertos a trabajar con cualquier candidato que gane las elecciones del 27 de octubre. “No es nuestro negocio tratar de adivinar el camino político en el futuro, no podemos hacer eso”, analizó.

El FMI ratificó como nueva directora gerente de esa institución a la Kristalina Georgieva, la búlgara que reemplazará a la francesa Christine Lagarde, que ocupaba el cargo desde 2011 y lo dejó para postularse a presidir el Banco Central Europeo. “Es la primera persona de una economía emergente en liderar el FMI desde su creación en 1994”, anunció un comunicado. Georgieva fue elegida por los 24 miembros de la Junta Ejecutiva, tras el proceso de selección iniciado el 26 de julio, y tomará posesión de su puesto el 1 de octubre. En agosto, la UE había decidido que Georgieva fuera la sucesora de Lagarde, al ganarle la pulseada al holandés Jeroen Dijsselbloem, ex presidente del Eurogrupo.

El nombramiento de Georgieva es una forma de compensar a los países de Europa del este, que se quedaron a principios de julio sin ningún alto cargo en las instituciones de la UE cuando se renovó la dirigencia del bloque.