El gobierno ecuatoriano decretó el jueves un estado de excepción después de que transportistas bloqueasen carreteras con piedras que conectan las principales ciudades y manifestantes se enfrentasen a policías en la capital, en rechazo a la decisión del Gobierno de eliminar los subsidios a los combustibles. La policía respondió con gas lacrimógeno a los manifestantes en los peores disturbios en años en el país, informa Reuters.

Los transportistas exigen al Gobierno de Lenín Moreno desistir de la eliminación de los subsidios a los combustibles, con lo que el gobierno quiere ahorrar unos 1.500 millones de dólares anuales, pero que a más que duplicado el precio del diésel y elevado un 30% el de la gasolina.

El Gobierno quiere reducir el déficit fiscal de un estimado en 3.600 millones de dólares en este año a menos de 1.000 millones de dólares para 2020.

Cientos de taxistas usaron sus vehículos para obstaculizar el paso en las principales vías de varias ciudades de Ecuador, mientras que con camiones, piedras y neumáticos en llamas bloquearon la circulación en las carreteras que unen el país.

En Quito, la policía antidisturbios recurrió a gases lacrimógenos para impedir que lo manifestantes se acercaran al Palacio de Gobierno

“Se está controlando casi en su totalidad los focos de violencia que se han generado”, dijo Moreno a periodistas, en Guayaquil. “Después de que se declaró el estado de excepción el accionar ha sido bastante efectivo y ha sido bastante controlado”, agregó.

Sin embargo, los transportistas dijeron que no habrá tregua. “Ratificamos la medida. El decreto tiene que ser derogado, caso contrario la medida continua”, dijo Abel Gómez, uno de los líderes.

La ministra del Interior, María Paula Romo, dijo que unas 19 personas fueron detenidas hasta el momento por suspender servicios públicos, obstruir la circulación y agredir a la fuerza pública. Equipos de periodistas fueron agredidos en las protestas, según medios locales.

El Gobierno ha defendido sus medidas, argumentando que son necesarias para levantar la economía dolarizada del país. El subsidio de los combustibles en Ecuador ha estado vigente desde hace más de 40 años y ha propiciado el contrabando, según las autoridades.

En Guayaquil, varias tiendas fueron saqueadas, según las autoridades, y en Cuenca, la tercera ciudad más grande del país, la autoridad local opositora lideró la protesta.

“El beneficio es para todos, tienen que apoyar la causa. Las medidas económicas adoptadas afectan a todos los ecuatorianos, no podemos hacernos los ciegos y sordos ante un gobierno que nada ha hecho”, dijo Sergio Menoscal, taxista de 55 años en Guayaquil.

El Gobierno quiere reducir el déficit fiscal, estimado en 3.600 millones de dólares para este año, a menos de 1.000 millones de dólares para 2020.