El expresidente del Tribunal Constitucional y del Tribunal Supremo, Pascual Sala, ha opinado este martes que a su juicio no hay motivos para acusar a los dirigentes independentistas por el delito de rebelión ni de sedición. Sala ha señalado que le parece “imposible” que pueda considerarse delito de rebelión lo que se les imputa a los encarcelados y desplazados al extranjero, “tal vez desobediencia”, ha dicho, recoge La Vanguardia.

En una entrevista en RAC1, el magistrado ha considerado que “para mí es muy difícil por no decir imposible que exista un delito de rebelión, por no decir que me parece problemático que exista un delito de sedición”. Y en la línea con lo ya manifestado en otras ocasiones, ha señalado que “desde el punto de vista político, las cárceles no ayudan a resolver los problemas políticos”, por lo que “hay que evitar que la política acabe derivando en cuestiones judiciales”.

Sala ha señalado que le parece «imposible» que pueda considerarse delito de rebelión: «tal vez desobediencia»

Según Sala, en la actuación por la que se les juzga “puede haber desórdenes, desobediencia al Tribunal Constitucional, pero un levantamiento público y violento, creo que jurídicamente es difícil”, por no decir “imposible, que pueda existir”. Asimismo, “también es problemática la sedición”.

Y detrás de estas palabras del juez prosocialista Pascual Sala es fácil adivinar la intención del Gobierno de crear un estado de opinión favorable a que los separatistas investigados por rebelión, que serán juzgados próximamente por el Tribunal Supremo, sean tratados lo más benévolamente posible desde el punto de vista penal.  

Y así, de paso, ERC y el PDeCAt le aprueban los presupuestos a Pedro Sánchez y este puede permanecer todavía más en el poder, en vez de convocar elecciones, que es lo que debería hacer.