• Se trata de hundir al PSOE.
  • Pero eso puede significar la subida de Podemos. ¿Y entonces?
  • Margallo considera que se trata de un juego peligroso pero Rajoy está convencido de que entre Podemos y él, los españoles siempre le elegirán a él.
Mariano Rajoy consiguió la investidura gracias a la abstención de la mayoría de los diputados socialistas. No sólo eso, sino que obtuvo además un segundo premio al herir de muerte al Partido Socialista. Y no nos engañemos, Rajoy considera que su principal enemigo sigue siendo el PSOE, y por eso, curiosamente, desde los medios afines al PP, por ejemplo desde Atresmedia, así como desde RTVE, se jalea la poco edificante actividad de Pedro Sánchez (en la imagen), quien amenaza con convertir el PSOE en el PASOK griego: una formación marginal. Sin embargo, en el propio ejecutivo hay quien piensa que esa actitud es suicida. Por ejemplo, José Manuel García Margallo, para quien debilitar al PSOE supone una actitud suicida que al final se volverá contra el PP. Margallo tiene muy claro que el enemigo a batir son los nuevos partidos, tanto Podemos como Ciudadanos. Pero Rajoy insiste: si al final quedara un mapa, asimismo bipartidista, entre el Partido Popular y el Podemos de Pablo Iglesias, si los españoles tuvieran que elegir entre Rajoy y los podemitas, siempre le elegirían a él. Al menos, eso es lo que piensa Rajoy. Eulogio López eulogio@hispanidad.com