El verdadero problema de España no es el separatismo catalán, tampoco el vasco. El problema, como defiende hoy Eulogio López en nuestras Minucias Radiofónicas, es el PSOE, con un líder ególatra, cobarde y cristófobo, que sólo gana batallas frente a un cadáver de casi 44 años de 'edad'. Un Pedro Sánchez que, de este modo, nos lleva, por el frentepopulismo a una nueva guerra civil.

Y si quieren pruebas, sigan a Adriana Lastra, sabia mujer: la culpa de lo que curre en Cataluña la tiene Pablo Casado, que no apoya al Gobierno con el entusiasmo necesario.

Veamos: los dos problemas separatistas a los que se enfrenta España, el vasco y el catalán, tienen un origen similar: a los padres del PNV les salieron hijos batasunos y a los padres convergentes les salieron hijos CDR. Natural, ¿qué esperaban? Los chavales mamaron en casa el odio a lo español y así, los burgueses engendraron revolucionarios. Suele pasar.

Sigan a Adriana Lastra, sabia mujer: la culpa de lo que curre en Cataluña la tiene Pablo Casado

Con un añadido venenoso: dos pueblos de arraigada fe cristiana, histórica, no actual, alumbraron una generación que identificaba lo español con lo católico y decidieron que, además de odiar a España, debían aborrecer de Cristo.

Como me decía un conspicuo directivo empresarial catalán: “Eulogio olvídate de la recristianización de Cataluña: para nosotros, la iglesia es cosa de Rouco, de los españoles, nada que ver con Cataluña”.

¿Y enfrente que hay? Enfrente está un Pedro Sánchez, presidente del Gobierno español, que tendría que darles la réplica pero que no puede, porque sus notas distintivas son tres: egolatría, lo único que le importa es permanente en Moncloa el mayor tiempo posible, cobardía, es incapaz de enfrentarse al desafío catalán vasco o podemitas (neocomunista) y su única victoria va a ser sobre el cadáver de un Francisco Franco que va a cumplir 44 años muerto, y cristofobia: aún odia más a la Iglesia que sus ‘adversarios’ independentistas de Euskadi o Cataluña.

A los padres del PNV les salieron hijos batasunos, a los de Convergencia hijos para los CDR

De hecho, lo del valle de los Caídos, como hemos repetido en Hispanidad, no es antifascismo sino anticlericalismo y cristofobia (odio a Cristo). No se persigue un cadáver porque un cadáver es eso: solo un cadáver, se persigue profanar la basílica -ya está hecho-, expulsar a los benedictinos y dinamitar la cruz, esa horrible cruz, como la definiera la sensible Carmen Calvo.

Andoni Ortúzar: PNV y Podemos, compromiso histórico e histérico

Y así, llevamos una semana de vandálico pacifismo en Cataluña mientras, en Euskadi, Andoni Ortúzar se alía con Podemos para manifestarse en España al grito de ‘viva el independentismo catalán, muera Madrid y los peneuvistas siempre hemos sido pacifistas. Y así es: siguen, como Arzalluz, en que los proetarras meneen el nogal y los peneuvista recojamos las nueces. En cualquier caso, que los peneuvistas burgueses se alíen con los podemitas revolucionarios tiene su gracia.

Así que no lo duden: Pedro Sánchez, por ególatra, por cobarde y por cristófobo nos lleva hacia un nueva guerra civil por la vía habitual del frentepopulismo. El problema de España no es ni el independentismo catalán ni el vasco: el problema de España se llama Pedro Sánchez.