• Antonio Garamendi, presidente de CEPYME aboga por el despido libre... "que ya existe en España", aunque no habla de despido gratuito.
  • Este es el problema: ni sindicatos ni empresarios tienen modelo: el Gobierno, sí.
  • Lo cual no tiene por qué ser bueno.
  • Para el presidente de Cepyme, los impuestos de Sucesiones y de Patrimonio resultan confiscatorios para el pequeño empresario.
Curso de la APIE -periodistas económicos- en la UIMP, -la Universidad de verano de Santander-: a los sindicalistas Méndez y Toxo le sucede Antonio Garamendi (en la imagen), presidente de Cepyme y vicepresidente de CEOE. Garamendi nos recuerda que el 75% del empleo lo crea el 98% de empresas medianas y pequeñas que existen en España. Ahora bien, ¿cuál es el modelo que ofrece Garamendi? Pues la desburocratización. Lo cual está bien, pero no nos dice mucho. Quizás el problema del pequeño empresario es que siempre quiere dejar de ser pequeño. Y son, en efecto, los que más han sufrido la crisis -autónomos y pequeños empresarios- pero los únicos que pueden sacarnos de la crisis: microempresarios y autónomos, que no dejan de ser empresarios. Aquellos que se crean su propia máquina de facturar. En definitiva, Garamendi tampoco está enamorado de lo pequeño: sólo lo considera parte del proceso para ser grande. La pequeñez no es sino una condición indeseable y transitoria, cuando debería ser la clave de la economía y de la sociedad. Enfrente, los sindicatos piden reindustrializar el país. Un objetivo que comparte Garamendi, sólo que los sindicalistas quieren una gran empresa, no muchas pequeñas. En cualquier caso, lo que dijeron Toxo y Méndez fue esto: "Apostemos por la reindustrialización de España". Eso está muy bien, pero ¿quién industrializa? ¿El Estado? Pues dígase. Porque parece que ni los empresarios ni los sindicatos poseen un modelo económico: el Gobierno sí que lo tiene. Malo, pero lo tiene: todo depende de controlar el déficit público y con ello hemos terminado. Yo no lo creo pero es un modelo. En cualquier caso, Garamendi, representante de Cepyme, recuerda que, en España, el 75% del empleo son pymes que constituyen el 98% de las empresas del país… pero en seis años se ha destruido el 17% de los puestos de trabajo. Y en algo más coinciden Garamendi con Toxo y Méndez: la clave de una empresa triunfante está, al parecer, en un fácil acceso a la financiación. Garamendi recuerda que, en operaciones bancarias de menos de un millón de euros, hemos pasado 350.000 millones de euros de antes de la crisis a los 150.000 millones de 2014. De acuerdo, pero una mala idea, una empresa que no contribuya al bien común, no es una buena empresa, y probablemente no funcionará, aunque disponga de un fácil acceso a financiación. Pero vamos con lo más importante. En España, el coste social de la empresa, es decir, las cuotas sociales, los impuestos laborales, son un 30% superior al de nuestros socios europeos. Esta es la clave. Pero con las cuotas se pagan las pensiones y el Gobierno tiene pavor a fiar a los ingresos por IVA (cuota por IVA) el pago de las nóminas a más de 9 millones de jubilados. Garamendi también habla de burocracia. Ojo al dato: "En 2014, hay 2 millones de páginas del BOE y del conjunto de boes autonómicos". Hay micropymes que no surgen por las trabas burocráticas que se les imponen. En cualquier caso, impuestos y más impuestos. "Impuestos de sociedades: 25% para todos pero sin posibilidad de reducir el tipo efectivo". Y para que quede claro: "Debería ser del 15% para pymes". Mas confiscación fiscal denunciada por Garamendi: impuestos de sucesiones y patrimonios son "gravámenes confiscatorios" para pequeños y medianos empresarios. Y más: "Los empresarios creemos en la creación de riqueza, no en la distribución de la pobreza", también conocido como el reparto de la miseria. El mercado laboral que viene es de flexibilidad geográfica y funcional Despido libre ya hay. Tendemos a eso y todo el mundo lo sabe. La morosidad es algo cultural en España donde no se nos cae la cara de vergüenza por ser morosos. Empresarios se pasan el tiempo con trámites burocráticos y con morosidad. Se enreda con el tema del despido libre, un tabú tanto para empresarios como para sindicatos. Hasta ahí todo bien, pero a partir de ahí Garamendi se lía. Hispanidad le pregunta por el despido libre y entonces empieza a mostrarse partidario del despido libre e incluso asegura que el despido libre ya "existe en España", no existe, todavía los tribunales aplican un criterio de causalidad. Además, es un despido pagado, no con una indemnización marcada de antemano sino según las condiciones a posteriori. Luego dice que no, que no es partidario del despido libre pero el mal ya estaba hecho. Lo que le ocurre a la CEO es que tiene complejo de inferioridad. Todo empresario y muchos que no lo son, creen en el despido libre aunque indemnizado por aquello de no generar pobres de la noche a la mañana. Lo que ocurre es que a la CEOE, ya lo hemos dicho, les falta un modelo. Eulogio López eulogio@hispanidad.com