Zapatero bajó las pensiones, Rajoy las subió un 0,25% debido al Índice de Revalorización de las Pensiones (IRP) -que limita los aumentos hasta dicho porcentaje- y Sánchez pretende ligarlas al IPC, a la inflación, es decir, que hoy crecerían un 2%. 

Fedea avisa: la medida sanchista supone un gasto extra de 2.363 millones de euros. Cabe recordar que el sistema de la Seguridad Social está fuera de control. Y es que su déficit crece del 0,11% al 0,30% del PIB. Tan solo el coste de las pensiones contributivas se expande a un ritmo del 7,08% anual, alcanzando la cifra de los 36.420,95 millones de euros. Asimismo, la nómina mensual alcanzó los 9.610,96 millones en abril, un 5% más que un año antes. 

Desde Fedea avisan: los efectos "persistirían durante varias décadas

"Aunque este gasto iría reduciéndose con el tiempo, su valor acumulado durante varias décadas sería mucho mayor que el coste inmediato", afirma el comunicado, que añade que el coste acumulado sería "13 veces el coste inicial". Teniendo en cuenta la fragilidad de la hucha de la Seguridad Social y la crisis demográfica que amenaza tanto a España como al viejo continente, saltan las alarmas, aunque los políticos no terminan de reaccionar. 

Continúa la nota diciendo que "el coste total de la vuelta a la indexación con el IPC sería muy superior a su coste inmediato" y que las dimensiones de un cambio de este calibre supone unas consecuencias a largo plazo que no se pueden ignorar. Y es que, avisan, los efectos "persistirían durante varias décadas".