• Y el presidente exige que se le concreten cuáles son sus funciones como 'chairman'.
  • Toda la cúpula pendiente de la siempre retrasada auditoría de Seguridad.
  • Y mientras, renegociando la deuda lo que, por cierto, no es fácil.
  • El pacto entre accionistas, cada día más lejano.
  • Y el calendario continúa corriendo para Lasaga: febrero, agosto y… el Patronato de la Ramón Areces.
En el Consejo de octubre de El Corte Inglés se acordó el nombramiento, con categoría de consejeros delegados, de Víctor del Pozo y Jesús Nuño de la Rosa. Quedaba como 'chairman', o presidente no ejecutivo, Dimas Gimeno. Ahora bien, Gimeno insiste en que se definan cuáles son sus funcionales como 'chairman' y los nuevos ceos, así como la primera accionista individual, las hermanas Álvarez Guil, se niegan a ello. Conclusión: se aplazó el Consejo de noviembre y también el de diciembre, mientras Marta y Cristiana Álvarez intentan un consenso del Consejo para destituir a Dimas Gimeno como presidente, en enero, o en febrero, cuando se aprueban las cuentas del ejercicio que finaliza el 28 de ese mes. Y si hemos de hacer caso a destacados portavoces del consenso anti-Dimas, no se he pensado en ningún sucesor. Recuerden que, en el entretanto, siguen su curso las demandas de César y María Antonia Álvarez, hermanas de Isidoro contra Marta y Cristina por el caso de IASA, con una reclamación que, en el caso de César Álvarez, hermano de Isidoro, supera los 140 millones de euros. Al tiempo, otras dos notas de actualidad vienen a complicar la trama. La siempre esperada auditoría del Departamento de Seguridad, que ya no dirige, pero controla, el inquietante Juan Carlos Fernández Cernuda. El responsable de la Comisión de Auditoría del Consejo, Manuel Pizarro, así como el responsable último de auditoría interna, Florencio Lasaga, repiten que se mantiene el orden previsto en la elaboración de auditorías bajo la atenta supervisión de la comisión de Cumplimiento (Compliance). Pero el caso es que la auditoría del Departamento de Seguridad nunca llega a pasar de ser la más esperada por todo el Corte Inglés (ECI). Para muchos esa auditoría podría cambiar todo el 'establecimiento' actual de ECI. Y hasta los nuevos representantes del jeque catarí Al Thani en España, presionan para que El Corte Inglés salga a bolsa… a fin de ganar en "trasparencia". Y, al tiempo, para que todo se junte y confluya, nos encontramos en plena negociación de la refinanciación de la deuda. En cifras gruesas: por una parte, 800 millones para circulante, que vencen en noviembre de 2018 y se están renegociando. Y también se negocia la refinanciación del sindicado de 1.800  millones de euros, dando más cabida a la banca internacional en el mismo. Y ahora, la última transversal: sigue corriendo el calendario para que el hombre fuerte de El Corte Inglés, Florencio Lasaga se jubile: en febrero -fin del año fiscal- Lasaga abandonaría sus funciones ejecutivas, en agosto abandonaría el Consejo de ECI y a partir de ahí… no quiere abandonar la Presidencia de la Fundación Ramón Areces, cargo vitalicio e institución cuya vicepresidenta ostenta Cristina Álvarez Guil, sucesora natural de Lasaga. Y a todo esto, ¿qué sería lo mejor para El Corte Inglés? Pues que nada de esto ocurriese. Lo lógico sería la unión entre todos los accionistas individuales de El Corte Inglés: las hermanas Álvarez, los Areces, Paloma García y los hermanos César y María Antonia Álvarez, además del propio Dimas Gimeno. Es decir, rozando el 40% del accionariado. Son muchas nóminas, más de 90.000 indirectas y hasta 150.000 indirectas las que dependen de la buena marcha de esta compañía, además de un componente de la marca España. Demasiado como para andar discutiendo. Eulogio López eulogio@hispanidad.com