Ha resultado un revés en el peor momento para Marta y Cristina Álvarez Guil en su batalla para que la primera sustituya a Dimas Gimeno en la Presidencia del El Corte Inglés.

Cuando parecía que la familia Areces, (CESLAR) propietaria de más de un 9% de El Corte Inglés, firmaría la paz y volvería al Consejo del que fue expulsada, la respuesta ha sido no. Cinco hermanos, entre ellos la consejera expulsada, Carlota Areces, por oponerse a la entrada del catarí Al Thani (el ‘Moro’, como se lo conoce en la planta noble de El Corte Inglés) y tras intensas negociaciones… la madre, Carlota Galán, ha dicho que no. Su respuesta a Marta Álvarez ha sido que primero terminen la batalla. Ojo, los Areces nunca han considerado en mucho a Dimas Gimeno, sólo que se han vuelto prudentes y no quieren entrar en plena batalla para que las hermanas Marta Y Cristina Álvarez no se crean que ya han ganado por goleada.

Y lo malo es que Paloma García tampoco quiere mojarse

A eso hay que unir otra novedad no menos significativa. Paloma García (Mancor, con un 7,5%) se ha negado a apoyar de forma explícita el cese de Dimas Gimeno. Ni ha tramitado el consejo extraordinario para sustituirle y, aunque siempre se ha mostrado al lado de Marta, lo cierto es que le ocurre algo parecido a Manuel Pizarro: nadie quiere ser el verdugo de Dimas.

Y mientras, éste no se rinde. Ni ha convocado consejo extraordinario ni retira las demandas… no está dispuesto a irse de la Presidencia. Y aún le quedan cartas que jugar. El partido no ha terminado.

La importancia de los cambios en la dirección es relativa. De hecho, nada ha cambiado

Lo más importante: con estas nuevas el pacto de accionistas, la opción lógica, no está ni para tratarse.

El resto son tanteos. Por ejemplo, el nombramiento de toda la tercera fila de directivos a las órdenes de los dos consejeros delegados, Víctor del Pozo y Jesús Nuño de la Rosa. La verdad es que no hay cambios. Cada uno sigue haciendo lo que ya hacía. E incluso el ‘gimeniano’ Ortega es el único que cambia, y poco, de función.

Y Gimeno insiste. No se va a marchar: “todavía queda partido”

Además, el enigma sigue siendo el mismo: ¿Qué va a hacer Florencio Lasaga, presidenta de la Fundación Ramón Areces? Por de pronto, no marcharse, a lo mejor tampoco en agosto.

Dimas Gimeno insiste: no se marcha, tendrán que echarle. Eso no lo quiere ni Florencio Lasaga.

¿Y Rajoy? Olvídense: no quiere saber nada

Y el Gobierno, insistimos, no habla, porque Rajoy es Rajoy y Mariano es Mariano: vamos, que no se moja ni en la ducha. Le importa un pimiento lo que ocurra en El Corte Inglés, aunque sus portavoces aseguren que es un asunto muy importante… pero es una empresa privada. Lo que significa: el Gobierno no se mete en ese avispero. En la Gürtel sí, pero en el Corte, ni de broma.

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