En Italia, el 25 de septiembre la Corte Constitucional, insistiendo sobre la necesidad de una intervención urgente del legislador, ha establecido que no sea punible “quien facilita la ejecución del propósito de muerte, que se haya autónomamente y libremente formado, de un paciente mantenido en vida por tratamiento de sostén vital y afectado por una patología irreversible, fuente de sufrimientos físicos y psicológicos, que él considera intolerables, pero plenamente capaz de tomar decisiones libres y conscientes”, informa Ahora Roma.

La no punibilidad ha sido subordinada al “respeto de las modalidades previstas por la normativa sobre el consentimiento informado, sobre las curas paliativas y sobre la sedación profunda continua (artículos 1 y 2 de la ley 2019/2017) y a la verificación ya de las condiciones requeridas, ya de las modalidades de ejecución por parte de una estructura pública del Sistema Sanitario Nacional, habiendo escuchado el parecer del comité ético territorialmente competente”.

Los magistrados se han pronunciado sobre este asunto a petición de un tribunal de Milán, que juzga a Marco Cappato, antiguo eurodiputado y miembro del Partido Radical, por ayudar a morir a Fabiano Antoniani, conocido como Dj Fabo. Antoniani quedó tetrapléjico y ciego tras un accidente de tráfico y se sometió a la eutanasia en una clínica suiza en febrero de 2017, añade Infocatólica.

Marco Cappato ha comentado así en Twitter la decisión de la Corte Constitucional: “La Corte ha decidido: quien está en las condiciones de Fabo tiene derecho a ser ayudado. Desde hoy somos todos más libres, también quien no está de acuerdo. Es una victoria de la desobediencia civil, mientras que los partidos giraban la cabeza por el otro lado”.

Pero han sido numerosas las voces contrarias. Primera la de Giuseppe Battimelli, vicepresidente de la Asociación de los Médicos Católicos Italianos (Amci), que ha anunciado: “Por lo menos 4.000 médicos católicos están listos para hacer objeción de consciencia en el caso que, en consecuencia de la pronunciación de la Consulta, el parlamento italiano legislara en favor de la muerte médicamente asistido”. Según Battimelli, “la mayoría de los médicos italianos se encuentra en nuestra posición”.

Con la decisión de no punir algunas situaciones de asistencia a la muerte, la Corte Institucional italiana cede a una visión utilitarista de la vida humana

Filippo Anelli, el presidente de la Federación Nacional de las Órdenes de los Médicos Cirujanos y Odontólogos (Fnomeceo), ha expresado esta petición al legislador: “quien sea llamado a proceder formalmente con la muerte asistida y sea responsable de ella, sea un público oficial representante del Estado y no un médico”. Él prevé que habrá mucha resistencia en el mundo médico.

Desconcierto expresan los obispos católicos, que se dicen distantes de lo expresado por la Corte, manifestando preocupación por el empujón cultural que puede derivar. También han subrayado la necesidad que sea garantizada la libertad de los operadores sanitarios.

Aún más crítico Alberto Gambino, presidente de Ciencia y Vida (Cei) y prorector de la Universidad Europea de Roma: “Con la decisión de no punir algunas situaciones de asistencia a la muerte, la Corte Institucional italiana cede a una visión utilitarista de la vida humana”. Además, continuó: “Desde hoy no será más un deber social impedir siempre y doquiera la muerte violenta de un ser humano”. Èl acusa la Corte haber cedido a la visión ideológica de los radicales italianos, además a partir de un caso -él del dj Fabo- de grave disabilidad y no de enfermedad terminal, que ya había sido reglamentada por la ley sobre el fin de vida del 2017.

Y recuerden: España va detrás, porque el PSOE y Ciudadanos están emocionados con legalizar la eutanasia, es decir, con el derecho a matar al débil.