• La rentabilidad no es lo más importante en la Sareb aunque el objetivo no debe ser perder cuanto más, mejor.
  • Continúa la coña del Popular. Deroose (Ecofin) asegura que la operación del Popular fue transparente.
  • Por cierto, en el Congreso se preguntan si lo del Popular fue un problema de solvencia o de liquidez.
  • Hay demasiados bancos en Europa pero fusionando entidades no se reduce la capacidad instalada en el Continente.
  • Y a todo esto, hay que reducir el poder de las agencias de rating.
¿Recuerdan los primeros test de estrés a la banca? El entonces comisario europeo, Olli Rehn (en la imagen) ha admitido este jueves, durante su comparecencia en la Comisión del Congreso que investiga la crisis financiera y el rescate bancario, que en la conferencia celebrada en 2010 sobre estos test, hubo países que ocultaron datos acerca de la situación de sus entidades. Es decir, hubo Estados que practicaron nacionalismo financiero. Evidentemente, Rehn no ha señalado a ningún país en concreto. Da lo mismo, porque la calificación de esos tests se hacía por comparación. Y claro, si uno o varios países no decían toda la verdad... Pero tranquilos, porque eso era antes. Ahora, con los mecanismos actuales, ya no sucede, según Rehn. El que fuera comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios ha reconocido, además, que ante la crisis económica, la Comisión Europea quería hacer un ajuste "más suave" del que finalmente se llevó a cabo, pero los países más saneados -por ejemplo, Alemania, aunque él no lo ha citado- no lo permitieron. Otras dos ideas de Rehn: la eurozona necesita un prestamista de último recurso y la rentabilidad de la Sareb no es lo más importante. En cuanto a la primera, no deja de sorprender, porque ya tenemos a ese prestamista: el BCE. Y vale, la rentabilidad no es lo más importante en la Sareb, pero el objetivo del banco malo no puede ser perder cuanto más mejor. En cualquier caso, la Sareb fue uno de los asuntos más debatidos entre los famosos hombres de negro y el Gobierno español. Al final, ganó la opción de constituirlo tal y como lo conocemos ahora. Eso sí, el que fuera jefe de la misión en España de la Comisión Europea durante el rescate financiero, Servaas Deroose, ha admitido, en sede parlamentaria, que la Sareb se hizo muy rápidamente, sin tiempo para analizar los activos traspasados. Aún así se estableció una rentabilidad del 15%, algo que ahora "estamos estudiando", ha reconocido. Y, por supuesto, no se descarta que se tenga que recapitalizar. En resumen, un éxito rotundo. No podía faltar el asunto del Popular. Continúa el pitorreo: Deroose asegura que la operación fue transparente pero que se tuvo que actuar en pocas horas porque la cosa se precipitó un día entre semana y no un viernes, con el colchón de tiempo que proporciona un fin de semana. ¿Transparente? Que se lo pregunten a los 300.000 accionistas afectados que aún no conocen el contenido del informe de Deloitte que propició la resolución de la entidad. Por cierto, en el Congreso de los Diputados se preguntan si lo del Popu fue un problema de solvencia o de liquidez. De solvencia seguro que no. El banco cumplía sobradamente los requisitos. ¿De liquidez? ¿En pleno océano de liquidez propiciado, precisamente, por el BCE? Suena raro, raro. Otro asunto: sobran bancos en Europa, según Deroose. El sector está sobredimensionado, pero, al mismo tiempo, las fusiones en el Continente son muy complicadas. En todo caso, la concentración de entidades en Europa no solucionaría el problema de la sobre capacidad porque no habría duplicidades ni solapamiento de sucursales. Y todo esto en un contexto en el que las agencias de rating tienen un papel destacado. Algo que no gusta a Deroose. Habría que limitar su poder porque pueden generar crisis futuras. Estamos de acuerdo.

Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com