• La generación de electricidad supone el 30% de emisiones de CO2 y el transporte sólo el 16%.
  • En Alemania, los coches eléctricos emiten casi lo mismo que los vehículos convencionales.
  • En Noruega la cuota de esos vehículos aumenta al 19%, sostenida por las generosas ayudas públicas.
  • Hay 1.200 millones de automóviles en el mundo pero se tardarían 20 años en sustituir los más contaminantes.
  • Apunte para Carmena: los coches de gasolina no producen NO2, los de diésel sí, sobre todo los más antiguos.
La locura por las energías verdes y la preocupación por el medio ambiente han hecho que nos pinten muy bonito el coche eléctrico. Pero la realidad es otra: este tipo de vehículo sí es contaminante porque se alimenta de electricidad (la mayoría producida del carbón) y esta produce emisiones. En concreto, en términos globales, las energías fósiles suponen el 67% de la producción eléctrica, mientras que sólo el 19% procede de energías renovables. Por ello, no es de extrañar que la generación de electricidad suponga el 30% de emisiones de CO2 (dióxido de carbono), el doble que el transporte (16%). Algo que debería considerar la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, cuando quiere restringir el tráfico por la elevada contaminación. En Alemania, por ejemplo, el 42% de la electricidad se produce por carbón, por lo tanto, los coches eléctricos emiten casi lo mismo que los vehículos convencionales que funcionan con gasolina o diésel. Además, este país cuenta con una potente industria automovilística (Volkswagen, BMW, Mercedes, etc.), pero la canciller sólo quiere subvencionar el coche eléctrico de Volkswagen. Pasemos a Noruega, donde la cuota de coches eléctricos es del 19% por la generosa política de los últimos 10-15 años, que según un informe debería acabar lo más pronto posible y no ser implantada en otros países. Entre las ayudas, destaca: exención de IVA y de otros impuestos sobre compra y venta de vehículos, estacionamiento gratuito en parkings públicos, uso de carril bus y de transporte colectivo, impuesto sobre automóvil anual un 50% inferior y carga gratuita de la batería en las estaciones públicas. Mientras, en España, el sector se ha marcado una meta razonable: que la cuota de ventas de vehículos eléctricos pase del 0,2% al 1% el próximo año. Es decir, de 4.000 unidades a 12.000, aunque el despegue está muy condicionado a las subvenciones a la compra, así como al desarrollo de las infraestructuras necesarias (puntos de recarga). Pero vayamos más lejos. En el mundo hay 1.200 millones de automóviles…, teniendo en cuenta que cada uno tiene una vida media de 15 años, se tardarían 20 años en sustituir sólo los más contaminantes. Y he aquí un nuevo apunte para Carmena y su curiosa ocurrencia de restringir el tráfico dependiendo de si la matrícula es par o impar: los coches de gasolina no producen NO2 (dióxido de nitrógeno, ya saben, el que hizo saltar todas las alarmas hace unas semanas en Madrid), pero los de diésel sí, sobre todo los más antiguos. Cristina Martín cristina@hispanidad.com