El Círculo de Economía, el influyente lobby empresarial catalán, propone que se eleve el Estatut de Cataluña al rango de norma constitucional en el marco de la propia Constitución española. Este cambio debería ser ratificado por los catalanes mediante un referéndum, recoge Economía Digital.

El lobby empresarial que preside Juan José Brugera ha lanzado este lunes un documento de reflexión política de calado. Lo han difundido con motivo de las jornadas empresariales de Sitges que empiezan este jueves. Han invitado a Mariano Rajoy y a los líderes de las principales formaciones políticas españolas aunque, a causa de la moción de censura al presidente del Gobierno, su asistencia está en el alero.

Se trata de un documento de reflexión política valiente y duro. El Círculo recuerda que Cataluña es la única autonomía que no ha aprobado su nuevo Estatuto por referéndum. El origen de esta “anomalía” está en la sentencia del Tribunal Constitucional de 2010 sobre el Estatuto del año 2006 que previamente habían aprobado por referéndum los ciudadanos. Se recortó el Estatut sin someterlo de nuevo a la consideración de los catalanes. “El hecho de que un tribunal enmiende a posteriori la voluntad popular fue sin duda un error político de gran magnitud”, señalan en el documento de reflexión.

Propone que se eleve el Estatut de Cataluña al rango de norma constitucional en el marco de la propia Constitución española

La carencia de respaldo popular al Estatut vigente ha contribuido en gran manera a la “deslegitimación” en Cataluña del actual modelo territorial. Entienden que esta deslegitimación también ha sido “fomentada” por algunas medidas del Gobierno y de la administración central así como por decisiones del Tribunal Constitucional.

Ante esta situación, el Círculo de Economía propone elevar el rango legal del estatuto a su función de “norma institucional básica de la comunidad autónoma”, tal como establece el artículo de 147-1 de la Constitución. De esta forma, quedaría despojado de su función de distribución de competencias que correspondería a la Constitución. En cambio, el Estatut se reservaría “cuestiones internas exclusivas como la lengua, la educación, la cultura, el funcionamiento del autogobierno en todos los ámbitos competenciales que le son exclusivos, la reordenación territorial, administración pública, financiación, entre otras”.

Subrayan que esta visión del Estatut como “constitución nacional del territorio” viene avalada por la propia Constitución española. Los cambios legales propuestos deberían ser ratificados finalmente por los catalanes mediante un referéndum.