• Ese ha sido el margen de explotación que el Popu ha aportado en 2017.
  • Recuerden que el día de su intervención valía en bolsa 1.300 millones de euros.
  • Por cierto, ¿por qué las cuentas no consolidan la liquidez y la morosidad?
  • Recuerden que, sobre todo lo primero, fue la excusa para intervenir el Popular.
  • Y ante los medios, Ana Botín se negó a especificar cuál había sido el problema del Popular.
  • A pesar de 'colocar' el inmobiliario a Blackstone, los deterioros crecen en 853 millones de euros por otros conceptos.
Hoy, miércoles 31 de enero, es el día de la publicación de resultados del Santander, flamante tercer puesto en España como sociedad más valiosa del país después de Zara y Movistar. Y lo hace después de un ejercicio que, para mi parecer, debía quedar en los anales de la historia del sistema financiero español, como el  que se adjudicó el Popular por un euro, con la connivencia de todos los reguladores europeos y la agravante de nocturnidad y alevosía. Pero a día de hoy parece que ya haya pasado tanto tiempo que, salvo honrosas excepciones, la comunidad económica está sufriendo tal amnesia sobre este tema que parece que el Popular nunca haya existido. 'La vida sigue' y las cuentas de la entidad dirigida por Ana Botín nos dicen que el beneficio neto al cierre de 2017 ha sido de 6.619 millones de euros (M€) (6.656M€ ex Popular), cifra que supone, respecto a 2016, un incremento del 6,7%. Esto a pesar de una considerable partida de neto de plusvalías y saneamientos por 897M€. De ellos, 597M€ corresponden al Popular e incluyen partidas de -475M€ por gastos de reestructuración -que incluyen los coste de la reducción de 1.800 puestos de trabajo aprobada especialmente para los servicios centrales-, 385M€ por gastos de integración, 603M€ por saneamientos de fondos de comercio, y plusvalías por diversas ventas de activos como Visa Europe ( 227M€) o la venta de Allfunds Bank ( 297M€). En cuanto a los resultados del margen bruto, se sitúan en la línea de ascenso de trimestres anteriores, con un incremento al cierre de un 10,3% respecto al ejercicio anterior, 48.392M€. La aportación del Popular a esta cifra es de 1.309M€, lo que confirma lo rentable que le ha salido al Santander el crecimiento de negocio a precio de saldo y, sobre todo, sin esfuerzos comerciales. Recuerden, además, que el día de su intervención, el Popular valía en bolsa 1.300 millones. Dentro del epígrafe, destacar que el margen de intereses y las comisiones continúan en ascenso 10,3% y 13,9%. El primero, ayudado por las variaciones a la baja en las condiciones del producto estrella de la entidad, la Cuenta 1/2/3. A pesar de que pudiese ser normal, por desajustes debidos a la integración de la estructura del Popular, los costes de explotación y los gastos generales de administración han registrado incrementos del 8,7% y 8,5%. Cifras razonables, si bien, como hemos visto antes, el grueso del coste de integración se ha registrado como costes extraordinarios. El epígrafe más afectado por la integración ha sido el de deterioros y dotaciones, debido a la baja calidad de los activos del Popular. La solución de la entidad ha sido sacar de consolidación cerca de 30.000M€ de activos del sector inmobiliario en situación irregular, mediante la operación con el fondo Blackstone. A tal efecto, han creado una sociedad en la que Santander participa en un porcentaje inferior al 50%. Aun así, los deterioros registrados en el ejercicio descienden en 407M€ por insolvencias, pero crecen en 853M€ en otros deterioros. El ratio de morosidad ha crecido del 3,93% al 4,08% y el saldo de riesgos en situación irregular ha pasado de 33.643M€ a 28.104M€ (datos ex Popular). La entidad no ha facilitado datos incluyendo el Popular, pero a la vista del aumento del ratio es fácil la deducción. Señalar el aumento en 225M€ de la cifra de créditos fallidos. Por último, una rápida pasada por la situación de solvencia de la entidad, punto que fue la palanca para el linchamiento del Popular, y que para CET1 fully loaded está en 10,40% ( 0,04%) y para CET1 phase in, en 12,26% ( 0,08%), porcentajes que sitúan al Santander en el último puesto de los grandes, lugar que también ocupa por rentabilidad con un Roe del 7,81%. Los crecimientos rápidos y por atajos poco claros, si no se gestionan de forma precisa, pueden producir indigestiones y dolores de cabeza. No querría pensar mal pero en estas cuentas que hemos visto hoy, alguno de los ratios que sirvieron para condenar al Popular, como liquidez y morosidad, se han presentado de forma individual y no consolidada. ¿Puede significar algún desajuste que no debamos conocer? Preguntada Ana Botín en la rueda de prensa de presentación de los resultados acerca de si el problema del Popu fue de liquidez o de solvencia, la presidenta no ha querido pronunciarse. Rodrigo de Silos rodrigode@hispanidad.com