Continúa la lucha para suceder a Jean-Claude Juncker como presidente de la Comisión europea. Si bien el PPE del democristiano Manfred Weber fue el partido más votado en las europeas, al candidato de la derecha europea se le complica la situación. 

Emmanuel Macron ha encontrado en Pedro Sánchez un aliado para desbancar a la derecha del liderazgo de las instituciones comunitarias. "Compartimos el deseo de trabajar estrechamente desde postulados europeístas y progresistas, en una alianza de claro rechazo a la ultraderecha", sentenciaba el español en su cuenta de Twitter, dejando entrever la fachada moderada que se acerca más al centro que a los populismos -exceptuando a Podemos, se entiende-, obra del gurú Iván Redondo.

Angela Merkel afirma que Weber puede contar con "todos los socios de la coalición

Así, con esta intención en mente, Sánchez se pasea por el continente recordando que es "el jefe negociador de la familia socialdemócrata". El presidente en funciones ha dejado claro que el holandés Frans Timmermans tiene todo su apoyo e intentará que el resto de grupos socialistas también apoyen su candidatura. 

Por otra parte, resulta que el centro político se ha desplazado hacia la izquierda, situándose entre socialistas y liberales. Es decir, que todo aquello que quede a la derecha de Ciudadanos o la izquierda del PSOE, se considera como ultra, creándose así una batalla por el centro y sus votos. Y es que, aunque Pablo Casado rechace un giro de su partido, no duda en calificarlo como "centroderecha". Cabe destacar su participación en las próximas reuniones masónicas de Bilderberg y la intención de los masones de unir al PSOE, Ciudadanos y al PP en una alianza. 

Mientras, Weber resiste gracias, en parte, al apoyo de Angela Merkel, que ha afirmado que el popular puede contar con "todos los socios de la coalición".