El ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Ernesto Araujo, acusó este miércoles al "climatismo", una nueva ideología del cambio climático, de buscar restringir la soberanía nacional, en medio de críticas a su país por los devastadores incendios en la Amazonía, recoge France 24.

Antes de una importante cumbre de las Naciones Unidas a fines de este mes destinada a detener el calentamiento global, el canciller brasileño dijo en Washington que los esfuerzos internacionales para combatir el cambio climático equivalían a un complot para destruir la soberanía nacional.

"Los transmisores de esa ideología quieren crear un equivalente moral de la guerra para imponer políticas y restricciones que van en contra de las libertades fundamentales"

"Por el debate actual parecería que el mundo se está acabando, y ese es el punto central del climatismo", afirmó en una alocución en la Heritage Foundation, un grupo de expertos conservadores.

"Los transmisores de esa ideología quieren crear un equivalente moral de la guerra para imponer políticas y restricciones que van en contra de las libertades fundamentales", dijo.

"Los transmisores de esa ideología quieren crear un equivalente moral de la guerra para imponer políticas y restricciones que van en contra de las libertades fundamentales", dijo Araujo

"¿Cómo se puede en tiempos de paz soñar con romper la soberanía de un país como Brasil sobre su propio territorio, diciendo 'la Amazonia está en llamas, nuevamente'? Por la ideología, por el grito primitivo de la crisis climática de 'Salvemos el planeta'", añadió.

Araujo, un diplomático de carrera elegido ministro de Asuntos Exteriores por el presidente de extrema derecha Jair Bolsonaro, reconoció que el cambio climático está ocurriendo.

Pero arrojó dudas sobre el consenso abrumador de los científicos de que la actividad humana está causando temperaturas más altas y minimizó el impacto de los incendios de Brasil, que en su opinión concuerdan con el daño anual en la región.

Bolsonaro respondió que Macron tenía una "mentalidad colonialista"

Bolsonaro, un amigo declarado de los sectores ganaderos e industriales y enemigo de los ambientalistas, se ha enfrentado a las críticas internacionales de que sus políticas han empeorado los incendios en la Amazonía, la selva tropical más grande del mundo, vital para absorber las emisiones de carbono que motivan el cambio climático.

El presidente francés, Emmanuel Macron, planteó la idea de otorgar un estatus internacional a la Amazonía y los líderes europeos advirtieron que el pacto con el Mercosur estaba en riesgo por este tema.

Bolsonaro respondió que Macron tenía una "mentalidad colonialista".