La Unión Europea (UE) y el Reino Unido intentarán acercar sus posturas y buscar compromisos en las próximas semanas tras una cumbre sobre el Brexit en la que, aunque no se constataron avances necesarios para un acuerdo, el tono fue más conciliador que en encuentros anteriores. Fuentes europeas, citadas por las agencias, indicaron que aunque la primera ministra británica, Theresa May, no cambió ayer las líneas generales de su postura, se presentó con "voluntad política", lo que ha abierto la puerta a extender un año más el periodo de transición tras la marcha británica.

Varios primeros ministros señalaron ayer a su llegada a la cumbre que esta posibilidad se está considerando como "uno de los instrumentos sobre la mesa", aunque declinaron posicionarse a título individual y reiteraron su confianza en el negociador jefe europeo, Michel Barnier, a quien instaron a continuar con sus esfuerzos.

May renunció ayer a presentar una nueva propuesta que permita avanzar hacia una salida ordenada del Reino Unido de la Unión Europea

May renunció ayer a presentar una nueva propuesta que permita avanzar hacia una salida ordenada del Reino Unido de la Unión Europea, si bien matizó que el acuerdo entre Londres y Bruselas está "cerca" y puede alcanzarse "en los próximos días o semanas”. Sin embargo, no ha tardado en añadir que la llegada a un acuerdo podría ser "cuestión de meses".

En el fondo late lo de siempre: los británicos, como siempre, a salirse con la suya y a conseguir sus intereses, sea como sea… Reina el caos en el país ante la confusión que está suponiendo el proceso de ruptura: hay quienes piden un segundo referéndum para quedarse en la UE, los que dicen no al plan checkers de May, los que apoyan a la primera ministra... y eso que llegado el 18 de octubre se tenía previsto llegar a una conclusión sobre el acuerdo entre UE y Gran Bretaña, que, por ahora, no ha podido ser.

Por otra parte, los jefes de Estado y de Gobierno mantendrán este jueves durante su almuerzo una sesión en la que harán balance de los avances conseguidos a nivel de ministros para reforzar las estructuras de la eurozona, en especial con respecto a la Unión Bancaria y al refuerzo de las competencias del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE). El objetivo de estas negociaciones es poder tomar las primeras decisiones al respecto en la cumbre que mantendrán los líderes en diciembre.