• Echegoyen señala que no hará falta ampliar los 3.600 millones de euros de deuda subordinada con los que ya cuenta la sociedad.
  • Y la fuerza ahorcan: el 'banco malo' ha ampliado su cartera de vivienda social en 4.000 inmuebles.
  • Algunos ponen el solfa que se utilizara una entidad sometida a regulación financiera para sanear los activos inmobiliarios tóxicos de la banca.
Jaime Echegoyen (en la imagen) ha comparecido este lunes en la comisión de Economía del Senado para dar cuenta de la situación actual de la Sareb, que ya presentó los resultados del primer semestre el pasado viernes. Pocas novedades, pues, en la ponencia de Echegoyen. En cualquier caso, el presidente del 'banco malo' ha explicado a los senadores que la nueva circular contable del Banco de España le obliga a retasar cada uno de los activos y a asumir el impacto negativo de esta medida. Pero tranquilos, porque Echegoyen ha asegurado que la Sareb dispone de 3.600 millones de euros en deuda subordinada convertible en capital, cifra más que suficiente para afrontar ese impacto negativo en las cuentas. Ahora bien, algunos ponen en solfa el mismo hecho de que la Sareb esté sometida a regulación financiera. ¿No se trata de un instrumento para sanear los activos inmobiliarios tóxicos de la banca? Si, en lugar del actual 'banco malo' se hubiera constituido, por ejemplo, una inmobiliaria 'mala', no tendría que someterse al legalismo del Banco de España. En otras palabras, la Sareb no tendría que hacer, ni mucho menos ampliar, provisiones, algo que corresponde a las sociedades financieras. Es más, la entidad que preside Echegoyen no tendría que estar endeudada. En su día se le traspasaron los activos tóxicos de la banca a bajo precio y se le dio el mandato de venderlos, y punto. Por otra parte, durante su comparecencia, Echegoyen ha anunciado que ha ampliado la cartera de viviendas sociales en 2.000 unidades, con lo que el número total de viviendas sociales puestas a disposición de las Comunidades Autónomas alcanza las 4.000. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com