• El gobernador admite por primera vez que los tipos de interés negativos debilitan la confianza en el sistema bancario.
  • También reconoce que perjudica a los fondos de pensiones, pero lo más grave es que la economía nipona no crece.
  • Haruhiko Kuroda hace caso omiso a las críticas: dice que tiene margen para relajar todavía más la política monetaria.
El Banco de Japón (BOJ) se agarra a la política monetaria con la misma tenacidad que el BCE, la Reserva Federal o el Banco de Inglaterra. Y seguirá en esa línea. Es lo que ha venido a decir, este lunes, el gobernador del BOJ, Haruhiko Kuroda (en la imagen), a pesar de reconocer públicamente -es la primera vez que lo hace- los tipos de interés negativos puede debilitar la confianza pública en el sistema bancario y la rentabilidad de las inversiones de los fondos de pensiones. Y todo eso, tras admitir en junio que su política monetaria no está consiguiendo lo frutos que persigue: crecimiento sostenido de la economía o que se estabilice la inflación. Es política monetaria consiste, básicamente, en producir dinero (creando un océano de liquidez)  la compra de deuda y tipos de interés en mínimos -al 0%, en Europa-, o negativos, como en el caso de Japón. Ninguna autocrítica, sin embargo. A pesar de los riesgos que entraña, el BOJ seguirá en sus trece. Es más, Kuroda ha señalado que está dispuesto a relajar todavía más la política monetaria abundar en sus programas de estímulo, al margen de las sospechas de que el banco central está llegando a sus límites en ese sentido. La cosa tiene su aquel, en este caso, porque Kuroda admite los efectos negativos. Reconoce así, por ejemplo, que los tipos de interés negativos del banco central suponen un mazazo para las entidades financieras -en efecto, estrangula sus márgenes, como les contamos en Hispanidad, a propósito de la cumbre anual de Jackson Hole- y que esa amenaza puede debilitar la confianza pública en el sistema bancario nipón. A pesar de los contras, Kuroda sólo se fija en los pros. "Incluso en el marco actual, existe un amplio margen para una relajación adicional de la política monetaria", ha señalado, "siempre que sea necesario para la economía de Japón en su conjunto". Andrés Velázquez andres@hispanidad.com