Fue una de las medidas estrella de la pasada legislatura en el Ayuntamiento de Valencia: cobrar el IBI (Impuesto de Bienes Inmuebles) a todos los edificios de la Iglesia que estuviesen dedicados a usos lucrativos. Es decir, todos aquellos que se utilizan con fines comerciales o empresariales. Y ahora que empieza la segunda legislatura, el Ayuntamiento de Valencia, encabezado por Joan Ribó (Compromís), no ha desistido de su empeño, informa El Mundo.

De hecho, técnicos de la Concejalía de Hacienda están rastreando todos los bienes de titularidad de la Iglesia y de otras confesiones en el término municipal para dilucidar cuáles no están destinados a usos religiosos, sociales o asistenciales y poder girarles el correspondiente recibo del IBI.

El consistorio, de momento, tan sólo ha emitido cinco recibos a inmuebles de la Iglesia cuyo uso lucrativo está sobradamente demostrado, siempre según las mismas fuentes, aunque ninguno de ellos se ha hecho efectivo.

El problema que se han encontrado en Hacienda con el cobro de este impuesto es que muchas de las parcelas inscritas en el catastro a nombre de diferentes congregaciones religiosas no especifican su uso, y los funcionarios han de establecer con garantías que no son edificios de culto, asistenciales o de usos sociales, antes de mandar cualquier notificación.

Para ello, tal y como confirmaron las fuentes municipales consultadas por El Mundo, un equipo de técnicos están analizando concienzudamente los registros para determinar qué edificios de todos los que cuenta la Iglesia en la ciudad son susceptibles de afrontar el impuesto municipal.

La vicepresidenta del Gobierno en funciones, Carmen Calvo, ya amenazó -principios de julio- con cobrar el IBI a la Iglesia en toda España. ¿Recuerdan? Así se las gasta el Ejecutivo Sánchez y sus amigos de Compromís.

 

 

 

Relacionado